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Fuente: www.lanacion.cl 25 de febrero de 2010.

Un recurso de protección contra la resolución de la Comisión Regional de Medio Ambiente (Corema) de la Región de Los Ríos, que dio el visto bueno a la instalación de un ducto que llevaría los desechos industriales líquidos (riles) de la Planta de Celulosa Valdivia, de Celco, hasta el mar en el balneario de Mehuín, será presentado por el Movimiento Defensa del Mar, que además apelará a la llamada Ley Lafkenche para impedir la concreción del proyecto.

Eliab Villera, vocero del movimiento que agrupa a organizaciones de pescadores, comunidades mapuche-lafquenches, ciudadanos y ecologistas, informó que antes de 30 días presentarán un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Valdivia, para anular la resolución adoptada en la madrugada de ayer por la Corema, por 11 votos a favor y 6 en contra, luego de una extensa jornada en el Liceo Comercial de Valdivia que incluyó enfrentamientos entre pescadores que apoyan el proyecto y que alcanzaron un acuerdo económico con Celco, y las organizaciones detractoras.

Villera dijo que “no fue una sorpresa” que la Corema aprobara el Estudio de Impacto Ambiental presentado por Celco. El mismo que su organización cuestionó por haber, supuestamente, falseado la toma de muestras, ya que no existen autorizaciones de zarpe de naves científicas en el período en que se habría hecho el levantamiento en la Bahía de Mehuín.

LEY LAFKENCHE

“La verdadera pelea es quién se va a quedar con el mar. Porque lo de ayer es algo que compete a un permiso ambiental, no es la autorización para colocar el ducto. Para eso se necesita una concesión marítima”, señaló Villera.

Detalló que “Celco gestionó en su momento tres concesiones marítimas en la bahía de Mehuín. Nosotros al amparo de la legislación, colocamos a trámite los espacios costeros marinos de los pueblos originarios, por la Ley 20.249, que se conoce como Ley Lafkenche, que da preferencia de administración a las asociaciones de comunidades indígenas”.

La Ley 20.249 señala en su artículo tercero: “Créase el espacio costero marino de pueblos originarios, cuyo objetivo será resguardar el uso consuetudinario de dichos espacios, a fin de mantener las tradiciones y el uso de los recursos naturales por parte de las comunidades vinculadas al borde costero”.

El ducto de 65 kilómetros proyectado por Celco deberá internarse dos mil metros en el mar, en la zona cuya administración pidieron a la Subsecretaría de Marina las asociaciones lafquenches.

CONFORMIDAD DE EMPRESA

La empresa manifestó su conformidad con la resolución e insistió en que el proyecto de 65 millones de dólares está diseñado “pensando en el medio ambiente” y que generará plazas laborales por dos años para 600 a mil trabajadores.

La planta Valdivia de Celulosa Arauco (que es parte de Celco) debe conseguir la concreción del ducto, ya que la propia Corema le exigió para continuar operando, en 2005, contar con un sistema de descarga de residuos líquidos que no desembocará en el río Cruces, luego de la muerte de decenas de cisnes de cuello negro por la contaminación de las aguas.