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Luego de siete meses de tramitación y con nuevas exigencias que aumentarán considerablemente la inversión original, la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema) de la Séptima Región aprobó ayer el proyecto para construir un ducto que lleve al mar todos los residuos de la planta Constitución de Celco. Esta decisión provocará una serie de protestas, ya que los pescadores artesanales y grupos ambientalistas rechazan que los riles sean vertidos al mar, pues contaminaría el sector y además produciría una merma en los ingresos de los trabajadores. Quizás advirtiendo las consecuencias de la medida, la Corema tomó una serie de resguardos técnicos, corrigiendo varios aspectos de la propuesta original de la celulosa que el año pasado provocó una crisis ambiental en la Décima Región, justamente por la contaminación que provocaron sus residuos en el río Cruces. La Corema maulina exige ahora que ese "desagüe" se construya bajo el nivel del mar y no sobre él, como pretendía hacerlo la empresa del grupo Angelini. Obviamente esto obliga a aumentar la inversión inicial de USS 2,6 millones a US$ 4,1 millones. Ante estas condiciones, ahora los ingenieros de la compañía deberán hacer un rediseño del ducto y presentarlo ante la Dirección de Obras Portuarias, la Gobernación Marítima y a la Subsecretaría de Marina. Si ellos lo aprueban, entonces la luz verde para la construcción será total. Otra condición que impuso la Corema es que la empresa realice censos de fauna y análisis biológios de especies marias durante tres años y que haga monitoreos adicionales en el Maule y en el ducto para evitar fugas de riles. Todo ello será obligatorio. El desarrollar toda esta infraestructura es la forma que ha planteado Celco para evacuar directamente al mar sus efluentes, previamente tratados, y evitar con ello los problemas que han tenido con la planta Valdivia. Segunda decisión Para este lunes 13, todo caso, se viene a segunda decisión importante no sólo para Celco, sino para todas las organizaones ciudadanas y pesqueras de la Octava Región, ya que la Corema del Biobío deberá aprobar o rechazar el mismo proyecto de construcción de ducto al mar para descargar residuos de la planta de celulosa, pero esta vez del Complejo Forestal e industrial Nueva Aldea. José Luis Gallegos, de la Federan Gremial de Organizaciones Pesqueras Artesanales (Feorpa),considera extraño que la instancia medioambiental se apresure tanto a resolver este asunto, si aún queda Plazo para hacerlo. Las organizaciones que desaprueban este ducto -y que estiman que será aprobado- enviaron una carta al intendente Jaime Tohá explicando sus reparos: "La emisión de 27 millones de metros cúbicos por año de riles y el aporte de 60 nil toneladas por año de compuestos tóxicos y cancerígenos peligrosos, donde se incluyen 370 toneladas de AOX (dioxinas y furanos), genera una profunda preocupación ante un riesgo inminente sobre la estabilidad de la fauna y flora marina y el ecosistema del río Itata y la zona del estuario, poniendo en peligro la actividad pesquera y a las miles de familias involucradas en esta importante actividad económica". |