Precio de la celulosa
Celulosa contamina Santuario de la Naturaleza

Papeleras en Argentina - Brasil - Uruguay
CELCO hace lo mismo en: Golfo de Arauco - Constitución - Río Mataquito - Misiones (Argentina) - Río Itata

Fuente: elmostrador.cl , 13 de Junio del 2006

En la costa de Valdivia
Celco intenta acuerdo económico con pescadores para instalar ducto submarino

por Carlos González Isla

Una cifra cercana a los $ 2 mil 300 millones estaría manejando Celulosa Arauco y Constitución (Celco) para compensar a los pescadores artesanales de la zona, por la instalación de un emisario para su planta Valdivia. La oferta sería el ''piso'' que habría fijado la forestal para negociar con los sindicatos, los cuales analizan discretamente la propuesta.

Afinando un acuerdo económico para mitigar la oposición de los pescadores artesanales a la instalación de un emisario submarino en la costa de Valdivia, se encuentran la empresa Celulosa Arauco y Constitución (Celco) y representantes de los pescadores de la zona afectada.

La industria fue obligada el año pasado -por la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema) de Los Lagos- a buscar una salida alternativa para sus residuos industriales líquidos (riles), luego que éstos provocaran un serio daño ambiental en el santuario de la naturaleza “Carlos Anwandter”, siendo el más evidente la brusca disminución de la población de cisnes de cuello negro.

La empresa, en conocimiento de la tenaz oposición que existe por parte de los pescadores artesanales a la instalación del ducto, se encuentra realizando un elaborado y estudiado plan de acercamiento entre las partes.

La estrategia es de carácter económico y contempla la entrega de cerca de 500 millones de pesos a la Federación Provincial de Pescadores Artesanales del Sur (Fipasur), la cual ya está distribuyendo la propuesta entre sus sindicatos afiliados para que éstos se pronuncien sobre el ofrecimiento.

La cifra se entregarían en dos partes. La primera, previa firma de un acuerdo con la federación, y la segunda, una vez aprobado el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) que la compañía deberá entregar a la Corema el 15 de abril de 2007.

Según antecedentes a los que tuvo acceso El Mostrador.cl, la cifra presentada por Celco constituiría el “piso” de la negociación, el cual podría ir subiendo de acuerdo a las exigencias de los pescadores artesanales, aunque este hecho complicaría a la Celulosa.

Lo anterior, debido la forestal tiene acuerdos cerrados con otras organizaciones y comunidades localizadas en lugares donde tienen otras plantas, por lo que no tendrían la intención de hacer ofertas muy elevadas, para no despertar el apetito y la envidia de esos sectores.

Un dólar por tonelada

Inicialmente, Fipasur habría propuesto una compensación equivalente a un dólar por tonelada de celulosa, lo que permitiría reunir unos US$ 500 mil por año ($ 270 millones aproximadamente), según las estimaciones con las cifras de producción actuales.

Sin embargo, para la empresa esto no sería conveniente ya que, de pagarlo de ese modo, el Servicio de Impuesto Internos (SII) cobraría su porcentaje correspondiente al considerarlo como donación, por lo que se decidió cambiar la modalidad.

De esta forma, en vez de un dólar por tonelada la celulosa, se adoptó la modalidad de entregar $ 750 millones a un fondo de desarrollo que administre Fipasur. El dinero no se entregaría de una sola vez, sino que a razón de $ 250 millones por año.

Pero eso no es todo, adicionalmente la empresa tiene presupuestado poner en la mesa de negociaciones otros $ 1.050 millones para obras de mejoramiento de infraestructura, los que se concentrarían especialmente en la caleta de Mehuín, la más conflictiva para Celco.

Toda la oferta se suma a las acciones de acercamiento con la comunidad que ya realiza Celco en la zona a través de la construcción de caminos, electrificación rural, proyectos productivos, productos forestales, educación ambiental y forestación campesina.

Buscando una salida

La negociación que busca realizar Celco con las comunidades, se fundamenta en la necesidad de “pacificar” la costa, ya que la oposición al ducto se expresó con virulencia antes de comenzar la instalación de la planta Valdivia. Y en septiembre del año pasado, cuando la celulosa inició los primeros instrumentos de medición en el mar, con el fin de iniciar el EIA, se desató la ira de los pescadores.

Luego del incidente, la empresa entendió que no podía realizar los estudios sin el respaldo de alguno de los actores locales.

Inicialmente en Celco se barajó la idea de hacer las investigaciones sólo con la protección de la Armada e invertir en la comunidad, sin llegar a acuerdo con sindicatos.

Pero con los antecedentes actuales, al parecer estaría primando entre los ejecutivos de la empresa la tesis de firmar un acuerdo que garantice que no habrá problemas futuros, en este caso con Fipasur, lo que, sin embargo, podría en el futuro complicar a sus dirigentes si los afiliados entienden esto como una “cuña” para dividir al gremio.