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Conflictos ambientales en Perú
Congreso investigará gasoducto de Camisea
Derechos indígenas violados por gasoducto de Camisea
Fuente:
IPS, 01/03/06
BID no revisará por ahora proyecto Camisea
Por Emad Mekay
WASHINGTON, 1 mar (IPS) - El Banco Interamericano
de Desarrollo (BID), rama regional del Banco
Mundial, no parece dispuesto a ceder a la presión
de ambientalistas que reclaman la revisión de su
financiamiento al gasoducto de Camisea, en la Amazonia de Perú.
Un estudio elevado al BID por la consultora
independiente E-Tech International asegura que el
gasoducto está mal construido y que puede sufrir
roturas como las cuatro que ocurridas en los últimos 15 meses.
Según el informe, el gasoducto fue mal
construido, dirigido por personal sin
calificación y que 40 por ciento de los caos son viejos y están corroídos.
Un funcionario del BID dijo a IPS que no
percibieron fuertes evidencias en el estudio de
E-Tech International que obliguen a la
institución a realizar una inmediata revisión del
proyecto, como reclaman organizaciones ambientalistas y de derechos humanos.
"Creo que no tenemos información que respalde
las acusaciones, luego de cinco años en que hemos
participado del proyecto", dijo Robert
Montgomery, jefe de la Unidad Ambiental y Social
del Departamento del Sector Privado del BID.
Las afirmaciones del estudio de E-Tech
International son "muy fuertes y deben ser
apoyadas por hechos, no por opiniones o rumores", agregó.
Montgomery sostuvo que algunos pasajes del
informe, en especial el que asegura que 40 por
ciento de las cañerías eran usadas, son tan
graves que el consorcio constructor debería
exigir a los autores una retractación.
"Es una acusación bastante seria", indicó.
"El proyecto está operativo hace apenas un año y
medio. Nada de eso se dijo en el pasado. El BID y
sus ingenieros y consultores independientes nunca
escucharon nada sobre eso ni supieron de nada que lo respalde."
Pero ambientalistas confiaban en que el
estudio de E-Tech obligaría al BID a cambiar su
actitud respecto del gasoducto. La institución,
en cambio, continuó esta semana con su diálogo
habituales con el consorcio a cargo del proyecto,
que incluye a la petrolera estadounidense Hunt Oil, de Texas.
Varias organizaciones, entre ellas Amazon
Watch y el Fondo Mundial para la Naturaleza,
acusaron al BID de ejercer controles demasiado
elásticos, lo que abrió paso a roturas de
cañerías que ponen en peligro un territorio
ambiental y socialmente delicado, e incluso sus fuentes de agua dulce.
El BID, establecido en 1959 y presidido por
el mexicano Luis Alberto Moreno desde octubre de
2005, es la principal fuente multilateral de
financiamiento para el desarrollo institucional y
económico de América Latina y el Caribe.
El tendido del gasoducto de Camisea nace en
el yacimiento enclavado en el corazón de la selva
amazónica y se dirige a la costa peruana del
océano Pacífico, con un costo de 1.600 millones de dólares.
El proyecto es uno de los más emblemáticos
del BID, y fue promocionado como modelo al iniciarse en 2001.
La iniciativa tiene dos fases: la
construcción del gasoducto de 714 kilómetros y
una cañería de 540 kilómetros a través de la
cordillera de los Andes para líquidos y
combustible diesel, desde campo de extracción de Las Malvinas.
Camisea es operado por el consorcio
Transportadora de Gas del Perú (TGP), que incluye
a las firmas Pluspetrol y Techint, de Argentina,
la texana Hunt Oil, la estatal argelina Sonatrach
y la surcoreana SK Corporation.
Pero ambientalistas temen que el proyecto
perjudique el área de Camisea, célebre en todo el
mundo por su biodiversidad. Allí viven un millar
de indígenas con escaso contacto con el resto de
la población, así como 7.000 aborígenes de la comunidad manchiguenga.
La ansiedad entre peruanos y organizaciones
internacionales preocupadas por el proyecto se agravó con el nuevo informe.
El estudio de E-Tech indica que el consorcio,
en su apresuramiento por cumplir con la fecha de
entrega de la obra estipulada en el contrato con
el Estado peruano y eludir el pago de multas por
90 millones de dólares, vulneró normas y
estándares internacionales para el tendido de la tubería.
"Con un proyecto de tal escala en un área tan
delicada como la Amazonia peruana, se requiere un
equipo de primer nivel", dijo Bill Powers, uno de
los autores del informe. "Desafortunadamente, las
obras fueron apresuradas y no contaron con una supervisión calificada."
Powers sostuvo que los cuatro derrames
sufridos en 15 meses de actividades eran
predecibles, y advirtió el martes que, sin una
completa revisión de las obras para asegurar la
completa funcionalidad de los tramos dañados, habrá más roturas.
El presidente de la Comisión de Medio
Ambiente del Congreso legislativo peruano, Walter
Alejos Calderón, anunció que citaría al ministro
de Energía y Minas, Glodomiro Sánchez, para que
explique por qué el consorcio utilizó tuberías sobrantes y en mal estado.
Magnolia López, de la Sociedad Peruana de
Derecho Ambiental, dijo que el estudio de E-Tech
International deja en evidencia que el BID debe
cambiar su forma de hacer negocios en América Latina.
"Es importante un cambio en las políticas
sobre hidrocarburos. Se requiere una revisión más
exhaustiva y controles de los proyectos. Camisea
debería marcar el comienzo de un gran cambio, y
el BID debería entenderlo", afirmó López.
(*) Con aportes de Ángel Páez, desde Lima.
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