Opinión:
11 de Noviembre del 2003

El arrebato del ministro Jaime Ravinet

por  Lucio Cuenca Berger *

Repeler un acto de protesta ciudadana a "manotazo limpio" puede convertirse en una repetida y constante respuesta por parte de una autoridad soberbia que no acepta recriminaciones. La vehemente reacción del ministro de Vivienda y Urbanismo, Jaime Ravinet, el pasado fin de semana hacia el dirigente del grupo Acción Ecológica, Luis Mariano Rendón, no hace más que graficar esta premisa. ¿Era necesaria una reacción de esta naturaleza? ¿Por qué el ministro Ravinet insiste en descalificar a las organizaciones ecologistas al tildar a sus integrantes de "hippies trasnochados?"

El arrebato del secretario de Estado, demuestra su incapacidad de liderazgo y una abierta actitud de "matonaje" al imponerse a través de la fuerza y las descalificaciones. Cabe preguntarse ¿qué hace reaccionar de esta forma a una autoridad que cuenta con una larga trayectoria política? Lo claro, es que es posible advertir que detrás de su actitud hay fuertes intereses económicos, que defiende con el ímpetu necesario para justificar su agresión a un dirigente ecologista que lo acusa de "favorecer los negocios de especulación inmobiliaria ligados a la extensión de la ciudad de Santiago".

Pero los dardos disparados por Ravinet hacia las agrupaciones ambientales y ecologistas son algo que se repite a diario en boca de algunos honorables ministros de Estado. Basta recordar las palabras del ministro de Economía, Jorge Rodríguez, para quien los ecologistas no son más que "ecofacistas preocupados de cuidar las piedras en vez de la gente" . Esta ignorante visión de los hechos demuestra que tanto el ministro Rodríguez y el ministro Jaime Ravinet –ambos vinculados al mundo de las grandes empresas– son incapaces de entender una sociedad democrática como la nuestra, donde tienen cabida todo tipo de opiniones y donde la defensa del medio ambiente no es un juego de "hippies y vagos".

Con todo lo anterior, el ministro Jaime Ravinet no tiene más remedio que olvidarse de una eventual futura candidatura presidencial. El ex alcalde de Santiago y otrora dirigente estudiantil ha demostrado no tener altura de estadista. ¿Cómo sería un Presidente de la República que responde a las demandas sociales y ambientales al estilo Moreira y Bonvallet?. Miente el señor Ravinet al tratar de justificar su actitud como una reacción ante una supuesta agresión. Lamentablemente, las cámaras que tanto adora, esta vez lo delataron.

(*) Coordinador general del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA).