Santiago, 03 de septiembre de 2004

Exposición muestra una dramática realidad:
OLCA y RAP-AL apoyan muestra de artista plástico Luis Verdejo

Fuertes críticas ha gatillado la exposición del artista plástico Luis Verdejo, quien exhibe en la sede del Consejo Ecológico de Melipilla, su tercera muestra con pequeñas esculturas que representan fetos malformados a causa de la exposición de los padres de estas criaturas a plaguicidas utilizadas en faenas agrícolas. La muestra expone figuras trabajadas en arcilla y silicona en frascos de vidrio y montadas sobre cajones de frutas.

La polémica instalación fue abiertamente respaldada por el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales OLCA y la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RAP-AL), en una conferencia de prensa efectuada el pasado jueves 02 de septiembre. Esta tercera muestra de Luis Verdejo -hizo dos exposiciones anteriores en "La Perrera", en Santiago- ha sido objeto de críticas y cuestionables  
interpretaciones tanto de sectores conservadores que se sienten heridos por la visión de fetos con terribles malformaciones -falta de extremidades, hidrocefalia,
  cabezas abiertas descerebradas, espina bífida, etc.- como de sectores vinculados a la industria agroquímica. Estos últimos defienden sus intereses negando que este grave problema de salud tenga relación con los plaguicidas. Tanto la Gobernación de la provincia de Melipilla como el alcalde Fernando Pérez Villagrán (UDI) rehusaron facilitar dependencias para instalar la polémica
exposición que finalmente se presenta en el local del Consejo Ecológico de la comuna.

El artista insistió que con esta acción, busca despertar la conciencia del público para hacerlo reflexionar sobre los daños que está causando en el país el uso indiscriminado de agrotóxicos "no sólo en esta zona, sino también en las regiones IV, VI y VII, principalmente". "Le estamos enviando un mensaje al país sobre la necesidad de cambiar los sistemas fitosanitarios e impedir que se sigan usando plaguicidas que son venenos", sentenció Verdejo, agregando que "no podemos seguir sustentando una agricultura que dañe a nuestros niños y, en general, al ecosistema. No es justo para nadie".

Según las investigaciones más recientes, la incidencia de este problema en Chile se ha elevado en los últimos 15 a 20 años, en especial en las regiones frutícolas y forestales, llegando a tener uno de los índices más altos de América Latina en malformaciones congénitas.

Un ejemplo muy cercano: en la zona de Melipilla está por nacer una niña llamada Angelina... pero no tiene cerebro. Por lo tanto, no tiene posibilidad alguna de sobrevivir. Su madre, Carolina Céspedes, es una de las personas que apoyan decididamente la labor realizada por Luis Verdejo. Ella y su marido están pagando las consecuencias de haber trabajado en la zona rural de Melipilla expuestos a la acción de agrotóxicos. "Todavía tengo la esperanza de que haya un milagro al nacer mi hija y que Dios ponga su mano en ella y la pueda salvar -señaló Carolina en la inauguración de la exposición de Verdejo-. No se están manejando las cosas como corresponde, es decir, no se está legislando ni controlando el uso de estos productos químicos.