Fuente: Diario Siete, 3 de abril de 2006

Endesa y Falconbridge (Noranda) enfrentan arremetida ambientalista en Aysén



Alex Farfán

El anuncio de la minera Fal­conbridge de iniciar los estu­dios para la construcción de una mega central hidroeléc­trica en Aysén, lejos de cons­tituir una competencia o un obstáculo en la región viene a constituir las bases de una coalición que tendrá que hacer frente a la embestida iniciada por los ambientalistas.

El mismo viernes en que la firma canadiense dio las primeras luces de lo que puede ser su iniciativa -cuya inversión estimada asciende a US$ 600 millones- los mismos ecologistas que lideran la oposición a las centrales de Endesa, ampliaron su foco de acción y descargaron su artillería en contra de ambas empresas.



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'Esta información revela la necesi­dad de defender a la Patagonia de los intereses depredadores de las grandes transnacionales, ya que permitir la instalación de un primer megaembal­se con su respectiva línea de transmi­sión será abrir la puerta para la intervención de los principales -sino todos- cursos hídricos de la región de Aysén y del resto del país', indicó la Corporación para el Desarrollo de Aysén (Codesa).

Según estudios realizados por Endesa en la región, el potencial energético de Aysén es de 8.000 MW, de los cuales 2.400 MW están en manos de la eléctrica española.
Tanto Endesa como Falcon­bridge están conscientes del poder que pueden adquirir las organiza­ciones sociales si no se adoptan las medidas apropiadas. La eléctrica española sufrió con las sucesivas postergaciones de su central Ralco en la Octava Región, mientras que la minera canadiense (ex Noranda) no pudo sacar adelante la construcción del proyecto Alumysa en Aysén, pese a que representaba una inversión de US$ 2.700 millones.

Frente cornún

Además de los problemas sociales que puedan enfrentar la dos empresas en conjunto, las características de los proyectos harían viable una integra­ción.

Según el gerente de Asuntos Pábli­cos de Falconbridge Chile, Juan Pablo Schaeffer, si bien “el proyecto todavía está en estudio y dependerá de la eva­luacíón que se haga", añade que Ener­gía Austral, como se bautizó al proyec­to de embalse de 740 MW, “no es excluyente, sino complementario o independiente de las centrales de Endesa”.

Schaeffer destacó que la empresa ya tiene un preacuerdo con Transelec para desarrollar líneas de transmisión lo que le da cierta independencia. “Están las condiciones para invertir, la ley nueva Iey eléctrica da las garantías, la demanda crece entre 5% y 70/0 anual­mente y Chile necesita energía, que puede ser nuestra y de terceros".

Según el consultor en materias energéticas, Sebastián Bemstein una de las fórmulas en que podría ser eco­nómicamente viable el proyecto de Falconbridge es que se integre al Sisterna Interconectído Central (SIC) a través de la línea de corriente continua que Endesa instalará desde hasta la Región Metropolitana. 'Esa es una fórmula que es económica y regulatoriamente viable", indicó sin conocer en detalle la propuesta.
Uno de los elementos que faci­litaría el desarrollo del proyecto eléctrico de Falconbridge es que la compañía es propietaria de los terrenos que podrían ser inunda­dos en las inmediaciones del Río Cuervo. Según datos vigentes, a la fecha esta empresa posee cerca de 10 derechos de agua autorizados por el gobierno -entre consun­tivos y no consuntivos- lo que le permitiría construir otras dos cen­trales en el futuro (Lago Cóndor y Río Blanco).