www.olca.cl Para el 20 de Marzo

Acción por los Cisnes - Valdivia: 10 de marzo de 2005

ANTE LA MUERTE DEFINITIVA DEL SANTUARIO DEL RIO CRUCES Y LA RESPONSABILIDAD DEL GOBIERNO CONVOCAMOS A UNA NUEVA MARCHA CIUDADANA. SI A LA VIDA - NO A LA CONTAMINACIÓN.

1. Acción por los Cisnes, agrupación ciudadana cuyo propósito es la defensa de la vida, la salud de las personas y los ecosistemas de la Provincia de Valdivia, manifiesta públicamente su profundo cuestionamiento a la incompetencia técnica y política con que las autoridades ambientales regionales y nacionales han actuado frente al grave desastre ecológico que continúa afectando al Santuario de la Naturaleza Carlos Andwanter, y las irregularidades y denuncias de contaminación que se han hecho desde la puesta en marcha de la Planta Valdivia de Celulosa Arauco y Constitución.

Conociendo los numerosos antecedentes de esta alarmante tragedia ambiental, hoy confirmada por la disminución de 6 mil a menos de 300 cisnes que agonizan dramáticamente, y por la muerte masiva de la vegetación acuática que es evidencia del colapso de todo el ecosistema, las autoridades no han tomado a la fecha ninguna medida que garantice la protección efectiva del humedal ni la reparación de los daños producidos. Menos aun se han pronunciado sobre los graves daños a la salud de la población aledaña a la Planta de Celulosa y el impacto que hoy también conocemos sobre las actividades económicas de las localidades ribereñas al Santuario y ligadas al Río Cruces.

A más de 6 meses de haberse conocido públicamente las primeras señales de esta alarmante situación los organismos del Estado responsables de la protección de esta “área protegida oficial y humedal de importancia internacional” insisten en tomar medidas que desconocen y contravienen los contundentes antecedentes oficiales disponibles, agravando así los irreparables daños ocasionados al medio ambiente de Valdivia y de localidades rurales cercanas. Con ello las autoridades no sólo comprometen la salud de la población y su derecho a un medio ambiente libre de contaminación, sino que incurren en un grave incumplimiento de sus mínimas obligaciones legales, conducta de insospechadas consecuencias para la institucionalidad ambiental chilena en su conjunto.

Especialmente preocupante resulta la constatación de la total inoperancia del sistema de monitoreo ambiental implementado a la fecha por la CONAMA X Región en relación a la operación de la Planta de Celulosa Valdivia. Como ha sido reiteradamente denunciado por Acción por los Cisnes, los informes de monitoreo presentados por CELCO a contar de su puesta en marcha, en febrero de 2004, muestran varios parámetros que sistemáticamente superan los niveles autorizados, lo que fue confirmado por el informe preliminar del Ingeniero Claudio Zaror, contratado por la propia CONAMA X, de público conocimiento. Si la CONAMA X hubiese tomado a tiempo las medidas preventivas a que estaba obligada frente a estas señales evidentes de graves impactos ambientales es posible que la tragedia ecológica en el Santuario del Río Cruces se hubiera podido evitar.

A la luz de estos hechos la ciudadanía se pregunta:

* ¿Cómo es posible que recién a 10 meses de iniciada la operación de la Planta de Celulosa Valdivia la CONAMA X contratara a un asesor externo para interpretar los contenidos de los informes de monitoreo que estuvieron disponibles a contar de febrero de 2004?

* ¿No existía acaso capacidad técnica en la propia CONAMA para analizar tales informes y tomar oportunamente las medidas de prevención y mitigación que correspondía para evitar que ocurrieran graves impactos ambientales en el ecosistema y en la salud de la población?

* En caso que finalmente se compruebe la ocurrencia de vertidos de residuos tóxicos al Río Cruces por parte de Celulosa Valdivia, ¿qué responsabilidad legal le corresponde a CONAMA X por no haber identificado oportunamente los numerosos indicadores y señales ecológicas sobre estos eventos?

2. Las conclusiones preliminares del informe de la Universidad Austral de Chile permiten acotar temporal y espacialmente las posibles causas del desastre ecológico. Entre sus conclusiones destaca la confirmación de que el luchecillo presente en el Santuario del Río Cruces –el alimento de los cisnes y la base de la cadena alimentaria– muestra una cubierta (coloide-plancton) con altas concentraciones de metales pesados como Hierro y Manganeso, la que interfiere en la fotosíntesis y produce la muerte de esta alga. El informe señala que “las concentraciones promedio de Hierro y Manganeso en los sedimentos del Santuario fueron significativamente mayores que las de los sedimentos de los ríos Calle-Calle y Valdivia”, así como en relación a “las detectadas en estudios anteriores en los sedimentos de los ríos Calle-Calle, Valdivia, Cau-Cau y Bahía de Corral”. El estudio de la Universidad Austral también concluye que “la composición química del agua existente en la actualidad en el Santuario no presenta la toxicidad que probablemente tuvo la misma durante el 2004 y que habría ocasionado la muerte y desaparición de las poblaciones de luchecillo”. Con ello se acotan temporalmente los “eventos” que pudieron haber provocado la grave contaminación del Santuario y cuya probable ocurrencia se desprende de los propios informes de monitoreo entregados por CELCO a CONAMA X, según constata el informe del ingeniero Zaror, ya citado.

3. Estos contundentes antecedentes científicos y técnicos confirman la gravedad de la tragedia ambiental que vivimos y circunscriben geográfica, temporal y bioquímicamente sus probables causas, fortaleciendo la hipótesis de la responsabilidad directa que cabe a la Planta de Celulosa Valdivia. Por lo mismo resulta completamente incomprensible e inaceptable la reapertura de esta industria. Esta medida sólo confirma ante los ojos de la ciudadanía que las autoridades ambientales no están cumpliendo con sus obligaciones de protección del medio ambiente, cometiendo una falta que las hace legalmente responsables del daño ecológico generado. De confirmarse los episodios de vertido de residuos líquidos sin tratamiento al Río Cruces por parte de la Planta de Celulosa Valdivia estaríamos frente a un delito cuya gravedad se acrecienta por haber sido ocultado.

Estos antecedentes también confirman los peores vaticinios que las organizaciones ambientales y ciudadanas ya anunciaron en 1995 cuando el proyecto de la Planta de Celulosa fue sometido al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. Las autoridades ambientales de la Décima Región no sólo desoyeron estas fundamentadas inquietudes sino que se comprometieron en la resolución que finalmente aprobó la Planta a que “el efluente no generará efecto perceptible alguno sobre el Santuario de la Naturaleza” y a que ”en el caso de ser necesario esta Comisión podrá establecer condiciones o medidas adicionales de manera de evitar posibles impactos sobre el Río Cruces”. Más aún, la referida resolución estableció que en caso de una falla en el sistema de tratamiento de aguas de la Celulosa que no pudiera ser manejada por el sistema de emergencia “la Planta deberá detener su funcionamiento”. Ninguna de estas condiciones con las que las autoridades buscaban dar tranquilidad a la población se han cumplido. Todo indica que han sido vulneradas de manera reiterada.

4. Igualmente grave resulta que, habiendo las autoridades comprobado –según consta en la resolución del 18 de enero de 2005 que ordenó el cierre temporal de la Planta– que esta industria sobrepasó sistemáticamente los niveles de producción de celulosa autorizados, la CONAMA X insista en no exigirle un nuevo Estudio de Impacto Ambiental como lo establece con absoluta claridad el artículo 8 de la Ley de Bases del Medio Ambiente. La actuación discrecional de la CONAMA X ante esta exigencia legal nuevamente compromete su idoneidad técnica y tensiona gravemente su apego a la legalidad. Por lo demás, los impactos ambientales derivados de la sobreproducción con que la Planta de CELCO operó hasta su cierre temporal ya ocurrieron. La oportuna identificación de tales impactos es responsabilidad de CONAMA X, quien no sólo no tuvo la capacidad de detectarlos a tiempo y actuar en consecuencia, sino que ha intentado blanquearlos con una simple medida administrativa que no asegura que esta empresa no siga contaminando.

5. Por todo lo antes expuesto Acción por los Cisnes considera rota la confianza ciudadana en la competencia técnica y política de las autoridades ambientales regionales y nacionales. La única manera en que dicha confianza pueda ser reparada es con una actuación apegada a nuestro de por sí insuficiente ordenamiento legal en materia ambiental, el que ha sido sobrepasado por la operación de la Planta Celulosa Valdivia y por las medidas adoptadas por la COREMA X. Las autoridades sólo recuperarán la confianza de la ciudadanía con señales contundentes de real preocupación por los gravísimos daños ambientales. Esto último ha estado lejos de ocurrir, como queda demostrado en el hecho de que aun no existe un plan de rescate para los cisnes, que agonizan de inanición ante nuestra horrorizada mirada. A pesar de ello el gobierno sigue resistiéndose a ingresar el Santuario al Registro de Montreaux de la Convención RAMSAR pretendiendo así evitar que el mundo se entere de los graves efectos ecológicos de la producción de celulosa chilena. La verdad se conocerá tarde o temprano en todo su dramatismo y entonces será imposible que el gobierno deslinde su responsabilidad en estos hechos.

6. Mientras las autoridades no concreten medidas que atiendan las denuncias y exigencias de la población, Acción por los Cisnes continuará desplegando acciones nacionales e internacionales para demandar la protección del Santuario de la Naturaleza, la salud de la población y el derecho a vivir en un ambiente libre de contaminación.

Si la población no puede confiar en la capacidad técnica de las autoridades para prevenir la dramática agonía de todo un ecosistema –supuestamente protegido por la ley chilena y por un convenio internacional– el que muere día a día ante sus ojos ¿por qué debería confiar en la capacidad de esas mismas autoridades para resguardar la salud de las personas? Los ciudadanos no esperaremos a que nuestra vida esté amenazada para reaccionar. Exigimos prevención AHORA.

Por todo lo expuesto Acción por los Cisnes convoca a una nueva marcha ciudadana para el domingo 20 de marzo en que los habitantes de Valdivia y de todas las localidades afectadas por la contaminación denunciarán la extrema pasividad con que el gobierno y las autoridades locales han manejado este grave desastre ecológico. Los habitantes de Valdivia y alrededores debemos luchar sin descanso para proteger nuestro patrimonio natural, nuestra identidad y para asegurar una mejor vida para nuestros hijos.

Por la vida y la verdad: NO A LA CONTAMINACION
Acción por los Cisnes - Valdivia