Celulosa contamina Santuario de la Naturaleza

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Controversia por propuesta de abrir planta de Celco
La Segunda:
Miercoles, 10 de Agosto 2005.
Quiebre ambientalista: Inst. de Ecología Política apoya reapertura de planta Valdivia

Manuel Baquedano acusó al Presidente Lagos de cometer "uno de sus peores errores" al validar la construcción de un ducto al mar y heredar al futuro gobierno "un conflicto ambiental de proporciones".

Por Andrés Venegas

"Estamos porque se reabra la planta porque cuando un paciente ha sufrido un shock de tal naturaleza, si no se reanima, se muere".

Desmarcándose por completo del resto de las organizaciones ambientalistas, que han propuesto desde la clausura definitiva de la planta Valdivia de Celulosa Arauco (Celco) hasta un nuevo estudio de impacto ambiental, pasando por su reubicación, el Instituto de Ecología Política (IEP) que preside Manuel Baquedano, se declaró hoy partidario de reabrir la cuestionada planta, a la que se acusa de dañar gravemente el santuario de la naturaleza "Carlos Anwandter" del río Cruces, donde descarga sus residuos.

Asumiendo los costos que le traerá entre sus pares, lo hace bajo la condición sine qua non de establecer un "punto de equilibrio operacional ecológico" como requisito necesario y esencial para que Celco pueda reanudar sus actividades en Valdivia. Propone que la planta entre en un estado de latencia o funcionamiento mínimo, aplicando un principio precautorio sobre los residuos que son evacuados.

Ni al río ni al mar

¿Qué proponen? La empresa pretende reiniciar sus operaciones (ver nota abajo) con descargas de 120 kg de sulfato de aluminio por día, para en 180 días cumplir con la norma exigida por la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema) de la Décima Región de 80 kg/día. Según el IEP, así se superarían en un 50% los límites establecidos por la Corema.

El "punto de equilibrio operacional ecológico" propuesto por Baquedano y Bernardo Reyes, director del Programa de Economía Ecológica de la entidad, define criterios de funcionamiento basados en la dinámica de los ecosistemas y su capacidad de carga, donde el límite superior sería inicialmente una tasa de descarga de 60 kg/día de aluminio, que es la meta que la empresa propuso en el plan de reinicio de faenas presentado la semana pasada a la Corema de Los Lagos.

Para el IEP es "alarmante y peligroso" que la reapertura se haga de acuerdo a un plan en el que la variable ambiental esté supeditada a las metas productivas de la empresa y que sólo se logren las metas ambientales a los 180 días de funcionamiento.

Baquedano explicó que este punto de equilibrio implicaría, de paso, una vía radical para superar el problema por cambios tecnológicos, ya que los residuos no irían ni al río Cruces ni al mar, como se ha planteado últimamente, sino que deberían ser tratados en un circuito cerrado interno. "Eso significa una innovación tecnológica, que existe, que es tratar los riles como desechos industriales", detalló.

Reyes añadió que la meta de 60 kg/día de aluminio "sólo se ajustaría si la capacidad de carga al santuario muestra recuperación, es decir, podría ser incluso menor si el santuario no se recupera, ése es el objetivo principal".

"Nos podrán decir traidores, pero..."

- ¿Qué motiva este vuelco?

- Lo que produce un vuelco es lo siguiente: (El Presidente) Lagos entregó una señal equivocada a la empresa, al decirle que pusieran algunos filtros para tratar momentáneamente los residuos y construyeran un ducto al mar. Desincentiva la innovación del cambio tecnológico, que debe hacer toda la industria de celulosa de Chile. Lagos cometió uno de sus peores errores al validar la construcción de un ducto al mar y heredar al futuro gobierno un conflicto ambiental de proporciones.

- ¿A quién entregaron su propuesta?

- Desde hace una semana está en conocimiento de la empresa, de las autoridades y de las organizaciones ambientales locales de Valdivia y algunas de Santiago.

- ¿Qué recepción ha tenido?

- Escepticismo, aunque la encuentran innovadora.

- ¿Están conscientes de que podrían ser tildados de traidores?

- Sí, es un tema arriesgado, pero esperamos que esto produzca un debate. Nos podrán decir traidores, pero en lo estratégico, en la búsqueda de soluciones definitivas, sobre todo para recuperar el santuario, queremos estar dentro del proceso y no fuera.

- ¿Traidores o comprados por Arauco?

- Muy por el contrario. Para la empresa somos fundamentalistas de la ecología, que estamos boicoteando a Chile en el exterior
  La Segunda:
Jueves, 11 de Agosto de 2005.
Bajo un "punto de equilibrio operacional ecológico"
Ambientalistas bombardean propuesta del Inst. de Ecología Política para reabrir planta Valdivia

Los más molestos fueron los representantes de "Acción por los cisnes".

Ridícula, sin sustento, extemporánea, mediática. Que esconde intereses que deberían ser explicitados públicamente.

Duras críticas de sus pares recibió la propuesta hecha ayer por el Instituto de Ecología Política (IEP), que preside Manuel Baquedano, que - desmarcándose del resto de las organizaciones ambientales- se declaró partidario de reabrir la planta Valdivia de Celco, en la que el grupo Angelini invirtió US$1.200 millones y se encuentra paralizada desde hace más de dos meses.

Los más molestos fueron los representantes de "Acción por los cisnes", que le restaron toda validez y representatividad al planteamiento hecho por Baquedano.

"Le hace el juego a Celco"

José Araya, uno de sus voceros, calificó la propuesta como "ridícula" y dijo que parte de un supuesto que no existe, como es un estudio científico que demuestre la capacidad de carga que puede recibir el santuario de la naturaleza "Carlos Anwandter", sobre todo de un complejo forestal-industrial de la envergadura de la planta Valdivia.

Por eso, acotó, "nosotros hemos solicitado hasta el cansancio la realización de un nuevo estudio de impacto ambiental" que considere, entre otros factores, este elemento.

Para Araya, el IEP y Baquedano cometieron un grueso error al lanzar una propuesta así, al apartarse de la institucionalidad ambiental, "que será deficiente y todo, pero es lo que tenemos", y "haciendo el mismo juego de Celco, de tratar de solucionar el conflicto fuera de ella, por la vía política".

"Tienen que dar una explicación a sus pares en Santiago. Pensábamos que en la capital había un apoyo a la línea argumental que hemos seguido, pero vemos que no. Lo más triste es que provocan un quiebre innecesario, lo que es una muy mala señal", agregó, precisando que "al parecer hay intereses particulares del IEP que tienen que explicitar claramente".

A Lucio Cuenca, director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (Olca), la propuesta de Baquedano le produjo desconcierto.

A su juicio, tiene una serie de inconsistencias técnicas. "El tema es mucho más complejo que controlar un par de parámetros, porque la descarga que hace Celco es un cóctel bastante amplio de sustancias químicas, y ellos no mencionan nada acerca de los compuestos organoclorados o las dioxinas, que también se están generando en grandes cantidades".

Señaló que el grueso de las organizaciones ciudadanas y ambientales de Santiago y Valdivia han tenido y tendrán una sóla línea en torno a una eventual reapertura de la planta, que es que "no están dadas las garantías que permitan decir que no se seguirá dañando el santuario".

Rodrigo Pizarro, director ejecutivo de la Fundación Terram, concordó con Cuenca, en el sentido de que se requieren garantías para que la apertura de la planta se haga en un marco en que no siga contaminando el santuario y provocando la muerte y/o migración de cisnes de cuello negro.

"No sé si el punto de equilibrio operacional ecológico que ellos plantean existe, pero el tema central acá es la recuperación y restauración del santuario", destacó Pizarro.