Celulosa contamina Santuario de la Naturaleza

Fuente: www.lanacion.cl 21 de julio de 2005

Crece posibilidad de riesgo en humanos por contaminación de Celco

Estudio científico realizado por el SAG y la Universidad de Chile señala que el daño neuronal en los cisnes del río Cruces es irreversible. Investigadores no descartan que los lugareños se vean afectados por la presencia de metales pesados en el agua. Celco define la próxima semana si reanuda planta Valdivia.

Carla Alonso
La Nación


Daños evidentes en los cisnes de cuello negro que otrora adornaban la ciudad del Calle-Calle. Acumulación de metales pesados en el riñón, corazón y cerebro de esas aves. Destrucción de sus células neuronales.

El “Informe de análisis histopatológico: caso cisnes de cuello negro del Santuario Carlos Anwandter”, da cuenta de estas importantes lesiones. Dicho estudio fue realizado en diciembre de 2004 por la Universidad de Chile y el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), entre otros organismos, y dejó en evidencia las consecuencias que tiene el depósito de metales pesados en las aves del río Cruces. A pesar de que el informe fue remitido en enero de 2005, hasta hoy se mantenía en desconocimiento de la opinión pública.

Según Daniel Boroschek, médico veterinario y vocero de Acción por los Cisnes, “lo impresionante es que desaparecieron neuronas en el cerebro de los cisnes, lo que indicaría que son afectados por contaminantes sumamente tóxicos. En las fotos se ven espacios blancos donde antes habían células neuronales. Es muy dramático. No sabemos qué podría pasar en el caso de seres humanos”.

PELIGRO INMINENTE

A esta altura, ni Boroschek ni otros investigadores se detienen sólo en los cisnes. Varios científicos están preocupados de un nuevo foco de riesgo: el peligro sobre la salud de las personas, asociado a la contaminación del río Cruces.

Carlos González, médico veterinario de la Universidad de Chile -y uno de los autores del estudio del SAG-, señaló que a raíz de las evidencias en los cisnes, las personas también podrían estar en riesgo. Esto, si existe algún medio que permita que los metales contenidos en el agua lleguen al hombre. “Si estamos seguros de que hay una cadena alimentaria que une a animales en peligro con seres humanos, no puedo descartar una secuela en las personas”.

Por su parte, Boroschek es enfático en señalar que la salud de la gente sí está siendo afectada. Para él, el “puente” que conecta los metales pesados con el hombre, se deduce al mirar la cadena alimenticia. Una alternativa es que las vacas lecheras beban el agua del río Cruces. También existirían plantaciones hortofrutícolas, como ciruelos, manzanos y lechugas, que se riegan con ese agua. “El río se conecta a través de aguas subterráneas con pozos que la gente bebe. Los metales presentes en el río pueden afectar la salud de la gente. El Servicio de Salud debería medir los niveles de metales pesados y otros compuestos que pueden existir en los pozos de agua”.

El científico explica que se podrían producir en las personas los mismos síntomas apreciados en los cisnes. “El tiempo en que se demoren en aparecen depende de la cantidad de agua y la cantidad de metales del agua que consume una persona o un animal”.