A CAUSA DE MEGAPROYECTO TURÍSTICOReserva Nacional Pingüino de Humboldt en peligro
Ecologistas emplazan a Ministerio de Bienes Nacionales y a Comité Concesional Regional a declarar desierta convocatoria, ya que proyectos presentados se encuentran fuera de bases
La Coordinadora Ambiental Región de Coquimbo, CARC, rechazó enfáticamente la posible intervención de la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt, a través de la implementación de un megaproyecto turístico en dicha área protegida, compuesta por las islas Damas, Choros y Chañaral.
Cabe destacar que la reserva es un área de condiciones ecosistémicas únicas y de altísima fragilidad, hábitat de especies como el mismo Pingüino de Humboldt, el Delfín Nariz de Botella, focas, lobos marinos y un gran número de especies de avifauna neotropical.
Actualmente, y luego del lanzamiento de una oferta de concesión, el Ministerio de Bienes Nacionales en forma conjunta con el Comité Concesional Regional, se encuentran evaluando dos megaproyectos turísticos, de los cuales uno estaría descartado por su no viabilidad económica, existiendo una oferta técnica con posibilidades, la cual pretende la inaceptable desafectación de 1/5 parte de la Isla Damas con el propósito de instalar un hotel con 200 camas y un edificio de 100 departamentos, mientras el sitio resiste una capacidad máxima de carga de 50 personas.
En virtud de lo anterior, resulta literalmente descabellado intervenir abiertamente una Reserva Nacional. El desarrollo de un mega-proyecto, generará sin lugar a dudas mega-impactos, lo cual resulta particularmente grave al tratarse de un sitio en extremo vulnerable.
Al respecto, cabe destacar además que el proyecto en cuestión, no responde a los términos de referencia acordados, los cuales tienen como marco regulatorio (imagen objetivo), componentes como la sustentabilidad ambiental y el desarrollo de actividades compatibles con la reserva y con las áreas de manejo existentes, lo cual está siendo ampliamente vulnerado.
Otro de los temas de gran preocupación es la inminente restricción del libre acceso a la playa de la isla para todos las personas, lo cual significaría sacrificar un patrimonio ambiental de todos, en beneficio de unos pocos.
Sin duda alguna resultaría una nueva contradicción en las políticas de Gobierno, amparar la implementación de un proyecto con altísimos impactos ambientales y costos sociales, en el marco del respeto a los acuerdos internacionales suscritos por Chile respecto a protección de biodiversidad y conservación de áreas silvestres protegidas, lo cual sería una negativa señal hacia el exterior, en el contexto del reciente acuerdo suscrito con la Unión Europea y la posibilidad del TLC con Estados Unidos.
Diego Luna Q. /
PeriodistaCARC
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