Fuente: Modema, 22 de febrero de 2009

Los pescadores y pobladores de Punta Choros y Los Choros denuncian represión y brutalidad policial.
Represión y brutalidad policial en La Higuera

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Por Rosa Rojas

Los pescadores y pobladores de Punta Choros y Los Choros protestaron ayer en rechazo de las centrales termoeléctricas que se pretende construir en la comuna de La Higuera, una protesta en que se cortó el tránsito de la ruta 5 Norte. Soplones ya avisaron a los carabineros quienes estaban esperando a los manifestantes con fuerzas especiales, zorrillo, etc.

Las instrucciones de “arriba” tienen que haber sido duras porque, como brazo derecho del estado, abusó de sus poderes porque tienen una impunidad enorme. La policía viola por todos lados y en cada momento las leyes que tendría que respetar: vigila, espía, controla, persigue, golpea, encarcela, deshonra y sigue golpeando.

Lo que pasó ayer en la ruta 5 norte a la altura de “El Rodado” fue una represión y hostigamiento que no se condice con una república que busca incansablemente su asociación con la elite mundial. Era una brutalidad policial. El aumento de la violencia policíaca en Chile afecta a la población civil y lesiona gravemente derechos fundamentales, poniendo en riesgo la convivencia social y las mismísimas bases de un estado democrático de derecho.

Las prácticas ilegales y abusivas de la fuerza policial solían atribuirse a su formación autoritaria bajo la dictadura, pero en los hábitos de la actual democracia se han intensificado como la forma más corriente de reprimir la movilización social, en particular de estudiantes y trabajadores. Exactamente 6.083 denuncias por violencia imputable a Carabineros ingresaron a la justicia militar entre 1990 y 2004 sólo en cuatro regiones del país, IV, V, VI y Metropolitana, es decir, un promedio anual de 405 casos, con un crecimiento de 250% respecto a las 164 denuncias de 1990. En 2000 se registraron 476 casos, pero el clímax correspondió al 2004 con 585 denuncias.

Las denuncias nunca prosperan.

Carabineros está en una suerte de limbo administrativo por su régimen de dos ministerios: su presupuesto está subordinado a la cartera de Defensa, en tanto sus operaciones son ordenadas desde el ministerio del Interior. Tal dualidad oscurece su dependencia de una u otra autoridad política, mientras la ambigüedad contribuye a la ausencia de una fiscalización adecuada o el control interno del actuar de los funcionarios en hechos de violencia en el ejercicio de sus funciones policiales.

Es necesario establecer un control de las actuaciones policiales, mediante reformas legislativas que instauren un sistema de rendición de cuentas interno y externo, efectivo y transparente, del quehacer policial, garantizando una conducta en sintonía con los lineamientos internacionales de derechos humanos, en particular con las directrices de Naciones Unidas. Los heridos, pescadores y una mujer, están adoloridos y están desconcertados. Se oponen a proyectos altamente contaminantes y además les sacan la cresta.

Este es el Chile de hoy, una vergüenza, un trago amargo.