Proyecto Minero Pascua Lama

Fuente: www.lajornadasanluis.com.mx, 25 de Septiembre de 2006

El gobierno debe fijar límites a sus compañías, dice Jamie Kneen
Activistas quieren que Canadá imponga obligaciones a sus mineras en AL

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Activistas sociales quieren que el gobierno de Canadá imponga obligaciones en materia de derechos humanos y ambiente a sus firmas mineras que operan en América Latina y otras regiones en desarrollo. Entre las empresas impugnadas está la Minera San Xavier, que tiene un proyecto en el municipio potosino de Cerro de San Pedro, señaló la revista especializada en temas ambientales Tierramérica (www.tierramerica.net).

“En la última década, Canadá fue el mayor inversionista mundial en minería en América Latina, las mineras canadienses son responsables de la contaminación ambiental y de violaciones a los derechos humanos en toda esta región”, señaló a ese medio Jamie Kneen, de la organización no gubernamental Alerta Minera Canadá.

Casi el 60 por ciento de las mineras del mundo tiene su sede en Canadá. El sector genera más de 40 mil millones de dólares anuales, que representan alrededor de cuatro por ciento del Producto Interno Bruto de ese país.

Para el activista Lucio Cuenca Berger, Canadá “debe fijar límites a sus compañías”, durante un foro abierto sobre responsabilidad social corporativa en los sectores minero, petrolero y gasífero, realizado la primera quincena de este mes en Toronto.

Cuenca Berger representa a la ONG Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, que trabaja con comunidades chilenas afectadas por proyectos mineros, incluyendo el controvertido Pascua Lama, de la corporación canadiense Barrick Gold, en la frontera entre Chile y Argentina.

“Preocupa que los desechos derivados de Pascua Lama contaminen los ríos que alimentan al cercano valle de Huasco, donde hay unos 70 mil pequeños agricultores”, explicó Cuenca Berger. El diseño original del proyecto de mil 500 millones de dólares implicaba afectaciones a glaciares, pero fue desechado.

Barrick, la mayor productora mundial de oro, recibió hace poco la aprobación ambiental de las autoridades en Chile para comenzar Pascua Lama, pese a la incesante oposición local.

“En Chile, la aprobación ambiental es más política que técnica”, aseguró Cuenca Berger.

La incapacidad o falta de voluntad de los gobiernos locales para aplicar los estándares internacionales en materia de derechos humanos y ambiente, no deberían dar licencia a las compañías canadienses para ignorar estos estándares, opinan activistas.

Una de ellas, Manhattan Minerals, pasó años intentando obligar a los habitantes de la septentrional localidad peruana de Tambogrande a aceptar abrir una mina a cielo abierto, en medio de su aldea, antes de admitir su derrota en 2005.

Comunidades de la noroccidental provincia ecuatoriana de Imbabura fueron forzadas a presentar una demanda para impedir que la Ascendant Copper Corporation, de Toronto, construyera una mina de cobre a cielo abierto en sus tierras, señaló Kneen, de Alerta Minera.

La Minera San Xavier, subsidiaria de la canadiense Metallica Resources, también fue incluida en la lista de mineras que han generado conflictos en América Latina. Tierramérica menciona que esa empresa comenzó a construir una mina de oro en San Luis Potosí, pese a la oposición local y a fallos judiciales en su contra.

Pierre Gratton, de la Asociación Canadiense de Minería (CNA), que representa a las 25 mineras más importantes del país, reconoce que algunos de sus compatriotas estaban mal preparados para trabajar en países en desarrollo con un gobierno pobre, conflictos locales irresueltos y leyes ambientales débiles. “Es claro que hay problemas, y por eso estamos organizando estos foros”.