La movilización del 9 de julio en el país
Marcha en Arica por los Derechos Ambientales





Antecedentes:
Cerro Chuño ya no soporta la contaminación

Fuente: La Estrella de Arica, Miércoles 6 de julio de 2005

Una larga historia

Este problema tuvo sus inicios entre 1984 y 1989, cuando ingresaron a la ciudad 21.900 toneladas de peligrosos desechos, traídos por la empresa sueca Boliden Metals. Se dijo que el material contenía oro y plata, minerales que serían extraídos acá y devueltos a su país de origen. No eran más que montañas tóxicas.

A contar de entonces se ha criticado la actuación de las autoridades municipales de Aduana y Salud. A estas instituciones se agrega el Serviu, pues, a contar 1990, se levantaron poblaciones, sin que se hicieran chequeos al terreno.

El pasado mes de mayo la Corte de Apelaciones de Arica ordenó al Servicio de Salud indemnizar a los pobladores que lo demandaron, a través de la Fiscalía del Medio Ambiente, a raíz de la contaminación producida por los acopios de minerales tóxicos de Promel. Esto correspondió solamente a 175 personas.

La situación por la contaminación con arsénico y plomo en el sector del Cerro Chuño se ha hecho insoportable para los pobladores. En el mes de marzo la Cámara de Diputados aprobó una indemnización para las víctimas, de la cual los afectados aún no saben nada. Por mientras, el acopio de más de 21 mil toneladas de minerales sigue surtiendo efectos.

Basta con estar 5 minutos en las cercanías de la Quebrada Encantada, en donde fueron enterrados en 1998 los residuos que hoy "afloran", para sufrir los efectos de la nocividad del material. Mareos, dolor de cabeza, sequedad en los labios y constantes náuseas, son el producto de las concentraciones de estos dañinos elementos a sólo 650 metros de las casas donde viven ancianos y niños .

Gladys Ramírez, presidenta de la Junta de Vecinos Villa El Solar denunció que últimamente las molestias son mayores, "porque el material que fue enterrado hace años está en la superficie".

Por ese motivo, aseguró que están cansados de tener que esperar que la autoridad haga algo mientras los niños se siguen enfermando. Muchos de ellos están con trastornos en el sistema nervioso, manchas blancas en la piel y molestias gástricas.

Incluso, los vecinos advirtieron que una eventual lluvia haría escurrir los residuos hasta las propias viviendas, representando una amenaza constante para la salud.

MUESTRAS

La doctora en Química de la UTA, Lorena Cornejo, que efectúa algunos estudios en el sector, confirmó la presencia de una mezcla de elementos como plomo, cadmio y arsénico a nivel del suelo y expresó que quizás el mayor peligro es para los niños que juegan en el lugar, quienes se exponen a serios daños. Anunció que más adelante entregará algunos resultados de análisis efectuados en terreno, pero por mientras no pudo adelantar nada.

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