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Santiago, 29 de noviembre de 1999

Señor

Eduardo Frei Ruiz-Tagle

Presidente de la República de Chile

Presente

Los que suscribimos la presente carta somos dirigentes mapuche de Comunidades, quienes nos hemos organizado en la Comisión de Defensa de los Derechos de las Comunidades Mapuche Lafkenche.

Como tales, representamos a la gran mayoría de las comunidades mapuche lafkenche ("gente del mar", en nuestra lengua) del litoral de las Comunas de Puerto Saavedra y Teodoro Schmidt en la IX región.

Lo que nos motivó a conformar esta Comisión, fue el inminente peligro que para nuestras comunidades significa la decisión unilateral del Estado chileno de construir el tramo de la Carretera de la Costa -correspondiente a la IX región- por el interior nuestras comunidades y de las reducidas porciones de tierra con que cuentan nuestros hermanos, las cuales les serían expropiadas ilegalmente.

Hemos tomado la decisión de viajar hasta la capital ya cansados de buscar un interlocutor gubernamental con la capacidad y voluntad de escucharnos y comprender nuestro planteamiento y argumentación, para buscar una vía de solución a este conflicto que sea menos nociva a nuestros intereses y compatibles con los del Estado.

Como Ud. comprenderá el pueblo mapuche existe desde tiempos milenarios sobre el territorio que reivindicamos (desde el Biobio al sur) el que fue invadido por el Ejercito chileno. En ese momento de la historia se utilizó el mismo argumento: el desarrollo y progreso de nuestro pueblo; y se tildó de subversivos y de estar en contra del desarrollo a quienes se oponían.

En la actualidad, la misma institucionalidad estatal en distintos puntos de nuestro territorio y en nombre del progreso invade nuestras comunidades ya sea legislando en favor de las grandes transnacionales (sean forestales o eléctricas) y, en el caso de la construcción de la carretera, el Estado es quien a través del Cuerpo Militar del Trabajo invade y destruye nuestras comunidades para concretar la construcción de la obra que posteriormente se licitará a empresas extranjeras poniendo al servicio del capital transnacional el desangramiento de nuestra Madre Naturaleza.

Queremos dejar claro ante Ud. que los mapuche lafkenche no estamos en contra de que se construya la Carretera de la Costa, pero si en total desacuerdo con el procedimiento utilizado y en que siempre el costo del progreso (que nunca llega a nosotros) tengamos que pagarlo los mapuche.

En el caso concreto de la Carretera de la Costa, creemos que se actuó desde un principio en forma ilegal, discriminatoria y racista. La responsabilidad de esto recae en primer lugar en el Ministerio de Obras Públicas y, en la práctica, sobre quienes ejecutan el trabajo en terreno.

Todos estos elementos fueron denunciados oportunamente por nosotros encontrándonos con todo un aparato estatal (funcionarios) aparentemente coludidos con el firme propósito de -a cualquier precio- imponer el paso de la Carretera de la Costa por nuestras tierras.

¿Porqué decimos que hubo ilegalidad y que se sigue actuando en este mismo vicio?, porque aquí claramente se están violentando:

Pese a toda esta legislación vigente y aprobada por el Parlamento chileno, las mismas autoridades -supuestos conocedores y responsables de su justo cumplimiento y aplicación-, en el caso nuestro, la desconocen o buscan resquicios para violentarla en favor de los intereses de las minorías de este país que poseen el poder económico y político.

Decimos que hubo y existe discriminación y racismo cuando vemos que en el trayecto, por ejemplo, de Puerto Saavedra hasta Hualpin (donde aproximadamente el 99% somos mapuche) al único que se le consultó su acuerdo o desacuerdo fue a un agricultor que no es mapuche, nos referimos al Sr. Carlos Baumert. Al resto de los propietarios, todos mapuche, simplemente se les violentó su propiedad destruyendo cercos, siembras y talando árboles.

Frente a estos abusos, atropellos e ilegalidades, las comunidades mapuche representadas por la Comisión hemos desarrollado distintas iniciativas tendientes a evitar el daño cultural y ecológico que provocará la construcción de este megaproyecto, actividades que van desde la presentación de un Recurso de Protección ante la Corte de Apelaciones de Temuco, entrevista con el Sr. Ricardo Lagos (ex Ministro de Obras Públicas); cartas dirigidas a la Conadi, a las Municipalidades de Puerto Saavedra y Teodoro Schmidt, no recibiendo de parte de nadie respuestas que apunten a buscar una salida más favorable.

Cabe reiterar que los mapuche no estamos porque no se construya la Carretera, sino lo que nos preocupa es el daño cultural y ecológico que dicha obra causará al ser construida en el litoral de estas dos comunas, toda vez que se trata de una isla donde vivimos sólo mapuche que contamos con reducidas cantidades de tierra que no superan, en promedio, la 1,5 há. por lo que la construcción de esta obra diseñada como carretera de alta velocidad nos priva de gran cantidad de tierra y se coloca como una barrera que dificulta la relación con el mar, fuente de nuestra alimentación y elemento fundamental en la vida religiosa y cultural de nuestra identidad.

En el plano social, nos vemos obligados -de concretarse esta obra- a emigrar a otros sitios por falta de tierras, rompiendo el vínculo con las familias y con nuestra identidad lafkenche. Como elemento de contenido histórico y cultural, hemos señalado y reiterado que el trazado pasa por dos de nuestros campos sagrados, donde realizamos nuestra más importante ceremonia religiosa que nos permite renovar cada año nuestra relación y compromiso con la naturaleza. Estos lugares son los nguillatué y nuestra ceremonia el nguillatún, además destruye y violenta antiguos lugares de alto valor cultural (como los treng-treng, que son cerros que en nuestra historia jugaron un papel fundamental).

Todos estos elementos no han sido comprendidos por las autoridades, principalmente por el profundo desconocimiento de nuestro pueblo y su cultura, y por la mentalidad paternalista con que se nos ha tratado históricamente, porque ellos están convencidos de que la Carretera de la Costa vendría a solucionar la situación de pobreza en que nos encontramos.

Como comunidades mapuche, a través de la Comisión, hicimos entrega al Ministerio de Obras Públicas y a autoridades regionales de un trazado alternativo de esta Carretera por un lugar donde ya existe un camino en servicio que cuenta con el ancho necesario, por lo que las expropiaciones serían menores y los daños sociales y culturales disminuirían notablemente.

Esta alternativa es la actual ruta que une Hualpín, Puerto Domínguez y Carahue con algunas modificaciones, como es empalmar con Tranapuente por el camino El Temo-Puerto Saavedra, por el norte, y por el sur, evitar el By Pass de Hualpín que afecta las comunidades mapuche de Tragueco, Curileufú y Metremquen, tomando una recta que pase por los grandes fundos (construidos con tierras usurpadas a las comunidades) colindantes a la tierra mapuche, para empalmar con el puente Peule sobre el Río Tolten.

La única respuesta que hemos tenido de esta alternativa es que resulta económicamente más cara, pero lo que no se dice es que modificar el trazado afecta a fundos de particulares chilenos a los que no se podrá engañar tan fácilmente como lo hacen con nosotros.

Al respecto debemos decir que ha nuestra gente se le ha mentido, engañado y amedrentado con el fin de obtener firmas de documentos que nuestros hermanos no tienen posibilidad de leer y de los cuales no les dejan copia. Se les ha mentido, por ejemplo, al ofrecer -por parte de funcionarios- la construcción de pozos, portones de fierro, pasarelas y cercos, a cambio de la firma. Se les ha engañado al asegurarles que la construcción de la carretera es orden del Gobierno y que no se puede cuestionar, y que en caso de hacerlo no se les cancelará la indemnización correspondiente. Se ha amedrentado al concurrir funcionarios del MOP en compañía de militares del Cuerpo Militar de Trabajo y Carabineros, que nada tienen que hacer al respecto. Se han aprovechado de la situación de desconocimiento en que se encuentran nuestros hermanos respecto de las leyes que protegen sus derechos, de algún favor político concedido, se han aprovechado haciendo firmar a personas que mentalmente no están en condiciones de discernir frente al daño que causa esta obra e incluso funcionarios del MOP han tomado la mano de personas de edad para estampar la firma en los documentos.

Los mapuche que estamos conscientes de nuestros derechos no estamos dispuestos a aceptar estos atropellos, por eso recurrimos a Ud. para buscar una vía de solución acorde a los tiempos que vivimos, que respete nuestra dignidad como personas humanas y sea consecuente con los principios democráticos que su gobierno dice representar.

Es lamentable que en esta misión de imponernos este megaproyecto estén involucradas todas las autoridades regionales las que, en primer lugar, se niegan a dialogar con quienes tenemos puntos de vista diferentes a su concepto de progreso y desarrollo. Tenemos, por ejemplo, al Intendente regional Sr. Oscar Eltit, quien jamás se ha dignado en tener un acercamiento con los dirigentes de la Comisión y sólo hace llegar a un asesor a las reuniones, persona que no tiene ni la más mínima capacidad de comprendernos ni disposición a buscar alguna salida diferente. En tanto, para la Seremi de Obras Públicas, Sra. Jazmín Balboa, no existe la más mínima posibilidad siquiera de discutir la alternativa que planteamos como comunidades.

Frente a todas estas denuncias que ponemos en su conocimiento venimos a exigir:

Esperando que se haga cumplir la legalidad vigente en el caso que exponemos, se despide,

Comisión de Defensa de los Derechos de las Comunidades Mapuche Lafkenche

Domingo Rain   Francisco Quemel

Enrique Neculman   Leonardo Calfuleo