Boletín # 1 (junio del 2000) - Indice
Inversiones chilenas aprovechan legislación ambiental débil en el extranjero
Transnacional chilena Molymet premiada por "excelencia empresarial" en Chile, contamina en México
- Recibió galardón "Excelencia Empresarial en la Acción Social" entregado por la Asociación de Industria de San Bernardo
- En tanto, Comunidad azteca apela a autoridades y organizaciones ambientales chilenas y mantiene movilización permanente frente a dependencias de la industria.
Altas concentraciones de plomo en la sangre, tumores cerebrales, aumento considerable de enfermedades respiratorias, alergias a la piel e importantes bajas en la capacidad productiva de campos cercanos, son algunos de los resultados del cuestionado funcionamiento ambiental de Molymex, de propiedad la transnacional chilena Molymet, que desde 1995 se ubica a menos de 2 kilómetros de Cumpas, un pequeño pueblo del norteño estado de Sonora, México.
La sucursal azteca de Molymet, empresa que en 1990 fue cuestionada ambientalmente (el tostador de mineral de Molymet ubicado en Nos, San Bernardo, era el mayor contaminante por anhídrido sulfuroso de la Región Metropolitana y responsable del 61,1% de las emisiones totales de este gas en Santiago) y legalmente demandada en nuestro país, es una instalación para tostar óxido de molibdeno (un aditivo para el acero que genera residuos contaminados con arsénico, cadmio, plomo y mercurio) que tiene una producción de 28 toneladas diarias de sustancias químicas y pretende ampliar sus instalaciones hasta en 5 veces.
Las denuncias y movilizaciones pacíficas de los habitantes de Cumpas (que han culminado en represión y detenciones a sus principales dirigentes) han llegado hasta el presidente Ricardo Lagos mediante una carta de denuncia y la toma de la Embajada chilena en México (marzo del 2000).
El Comité Pro Defensa del Medio Ambiente de Cumpas - Sonora (Coprodemac) con el respaldo de ONG`s de Tucson, Arizona, EEUU (estado fronterizo a Sonora) demanda la clausura de Molymex y denuncia:
- Molymex no cuenta con licencia de uso de suelos y de tenerla fue expedida en forma ilegal porque la autoridad municipal se niega a mostrarla;
- por lo anterior, el permiso de operación otorgado por el Instituto Nacional de Ecología es inoperante porque debe basarse en el consentimiento local;
- la licencia sanitaria estaría en igual situación porque al momento de extenderla (10 septiembre de 1997) no existía estudio de impacto a la Salud y al medio ambiente (presentado por la empresa sólo en marzo de 1998);
- además se desconoce donde confina los residuos tóxicos y/o peligrosos. Sólo se sabe que depositó 100 toneladas de borras de neutralización (residuos generados en proceso de elaboración de óxidos de molibdeno, contaminados con sustancias peligrosas) en un basurero clandestino distante sólo 500 metros de la población.