Conflictos ambientales en Argentina
Pascua Lama

Comunicaciones OLCA (04/06/07)

Escrache a Gioja, gobernador pro Barrick, en la Casa de San Juan
LA CASA DE SAN JUAN EN BUENOS AIRES FUE EL EPICENTRO DE FUERTES DENUNCIAS CONTRA EL GOBIERNO SANJUANINO

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Por Javier Rodríguez Pardo
Fotos de Santiago Scrinzi
Buenos Aires


El gobernador de San Juan , José Luis Gioja, prohibió por tercera vez una consulta popular en el departamento de Calingasta sobre minería a cielo abierto y el uso de compuestos químicos. En esta ocasión, la ordenanza impediría el transporte y circulación de sustancias toxicas que se utilizan con el sistema extractivo actual y, como en anteriores oportunidades, buena parte de los ocho mil calingastinos respaldan la convocatoria oficializada por el ejecutivo municipal, que es precisamente la preocupación mayor del gobernador.

Vecinos de Calingasta acompañadas por los de otras localidades del país, en especial estudiantes porteños que vienen participando de la Unión de Asambleas Ciudadanas, desfilaron por el centro de Buenos Aires hasta la Casa de la provincia de San Juan, ubicada en Sarmiento 1251. A las dos de la tarde, una columna de manifestantes del norte del litoral, se plegó a la acción conjunta contra las transnacionales mineras. En su mayoría, son correntinos, paraguayos y misioneros que vieron destruidas sus comunidades por la mega represa de Yaciretá. El agua une ambas causas. Unos y otros entienden que hay un enemigo común y que la unidad entre las asambleas permitirá combatir el saqueo a que son sometidos los pueblos del Sur. Nuestros discursos apuntaron al despojo de la energía y del agua en momentos en que los porteños reclaman por la falta de esos insumos elementales. Barrick Gold en Veladero, Penélope y Pascua Lama, en las cumbres sanjuaninas, utilizará la energía equivalente a la que produce la central nuclear de Atucha, por eso fue bueno explicar en el corazón político del país, que la energía que les falta se la llevan con la rapiña de los minerales críticos y estratégicos.

La concentración en la Casa de San Juan fue un claro mensaje al gobernador José Luis Gioja. "Ya nos cargamos a Maza, (por el ex gobernante riojano que debió abandonar el cargo) ahora le toca a Gioja" – explicaba un cartel. Mientras tanto no dejamos de denunciar que la familia Gioja dispone de empresas proveedoras de insumos para las mineras, participa de sus beneficios, legisla para ellas y amordaza al pueblo con un grado de corrupción tan manifiesto que le permite consolidar el territorio sanjuanino como un feudo.

La "familia" Gioja domina las comisiones de minería en la Cámara de Diputados y en el Senado Nacional. Concentra el poder de los medios de difusión de la provincia, maneja el poder judicial como el mejor gobierno de facto y persigue a los vecinos que quieren expresarse democráticamente en las urnas. Prohibir las consultas populares y sindicar de terroristas a los opositores que se expresan pacíficamente, dan prueba de ello.

Hablamos de la misma persona que fuera incluida en testimonios de soborno en el Senado de la Nación. De todo esto hablamos frente a la Casa de San Juan , también del tratado que enajena la Cordillera y decreta un tercer país en las cimas andinas, tema tan recurrente como denunciar el impacto ambiental y el despojo. Sin tapujos, a cara descubierta, se le dijo a José Luis Gioja, que los sanjuaninos caerán sobre la gobernación y no es exagerado decir que para entonces no habrá corona que le consiga un caballo para la huida: la cárcel aún espera por estos delincuentes.

Los chicos de la UBA supieron cablear un semáforo para poder contar con el sonido; sobre las rejas de la Casa de San Juan se colocaron banderas y leyendas explicando las razones expuestas, con pecheras alusivas y cubiertos con bozales para explicar el silencio al que se somete al pueblo de San Juan, se cortó la calle razonando con el habitante porteño que, tarde o temprano, soportará las consecuencias que hoy padecen las comunidades afectadas por el depredador minero. Algunos empleados sanjuaninos de la Casa, que en algún momento habitara Sarmiento, compartieron nuestras demandas. Nuestra elección era y es clara: la Casa de San Juan es símbolo de la presencia de Gioja en Buenos Aires y objeto del "escrache" al gobernante absolutista. La difusión fue buena porque algunos medios de prensa nacionales aceptaron la convocatoria y las imágenes circulan por el país.

Al concluir la acción descubrimos nuestros rostros felices, la movilización y la difusión son un ejemplo que nos hace insistir en un camino sin retorno: expulsar a las transnacionales del saqueo y de la contaminación y a sus secuaces que gobiernan para ellas.