Conflictos ambientales en República Dominicana

Fuente: www.z101fm, 17 de marzo de 2010

Intoxicación masiva destapó engaño de Barrick Gold sobre empleo para dominicanos

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Manauri Jorge

El geólogo y experto en desastres naturales, Osiris De León, cuestionó en El Gobierno de la Tarde la pulcritud y legalidad del contrato firmado por el Estado y la multinacional Barrick Gold, afirmando que los legisladores dominicanos aseguraron que aprobaron el acuerdo porque llegarían miles de empleos para los dominicanos; sin embargo destacó que el 90 por ciento de los empleados de la empresa minera son de nacionalidad peruana.

Osiris argumenta sus palabras en el hecho de que la Constitución de la República establece que toda empresa extranjera que opere en el país, debe tener el 80 por ciento de la empleomanía dominicana, pero que fruto de la intoxicación de cientos de empleados de la Barrick se comprobó que el 90 por ciento son de Perú.

“¿Cómo es posible que hallamos escuchado a algunos diputados y senadores decir que aprovaron el contrato por que iba a dar empleo a los dominicanos, si ahora salió a relucir que todos los que trabajan en la Barrick Gold son peruanos?, realmente no entiendo”, cuestionó el geólogo.

Exclamó que las autoridades dominicanas están a favor de la empresa minera que opera en Cotuí, pero de espaldas al interés nacional de un pueblo que no conoce a profundidad las consecuencias de éstas operaciones.

Enfatizó que el contrato firmado por el Estado y la empresa canadiense llegó al Congreso acompañado de una carta del presidente Leonel Fernández, quien pidió se aprobara el acuerdo de emergencia. “La Constitución exige 24 horas mínimo para aprobar un contrato, pero éste se aprobó en dos horas”.

Reiteró que la intoxicación de cientos de peruanos no se produjo por la ingesta de alimentos contaminados, sino por la inalación de gas tóxico. “La intoxicación por alimentos no produce ojos rojos ni lagrimeos y esos síntomas presentaron los peruanos”.

Refiriendose a la alerta de tsunami que circuló ayer por medios de comunicación, descartó severamente dicho enunciado, tras confirmar con los principales organismos nacionales e internacionales que dicha alrama era totalmente falsa.

Mostró preocupación al manifestar que no se puede tomar la costumbre de emitir alertas de tsunami sin la previa comprobación, ya que cuando se emita de forma real, la gente no lo creerá y los daños serán incuantificables.