Conflictos ambientales en México

www.suracapulco.com.mx: 4 de marzo de 2005

Adopta Amnistía Internacional al ecologista Felipe Arriaga como preso de conciencia

Hay temor de que su encarcelamiento sea represalia por su activismo en pro del ambiente, dice la organización en un comunicado

Amnistía Internacional adoptó como preso de conciencia al ecologista Felipe Arriaga, detenido en Petatlán el 3 de noviembre de 2004 por la Policía Judicial, para enfrentar un juicio que considera "injusto" por el asesinato de Abel Bautista Guillén, hijo de un cacique, en 1998.

En un comunicado de prensa de Amnistía Internacional, se manifiesta el temor de que la detención de Felipe Arriaga y las órdenes de aprehensión contra 14 integrantes de la Organi-zación Campesino Ecologista de la Sierra de Petatlán (OCESP) sean en represalia por su activismo para proteger el ambiente o para disuadir a la esposa de Arriaga, Celsa Valdovinos, quien dirige la Organización de Mujeres Ecologistas.

Amnistía Internacional destaca que en México es frecuente el uso de cargos penales falsos y procedimientos judiciales injustos para disuadir a los defensores de los derechos humanos, los activistas sociales y otras personas que se oponen a los abusos de poder en el ámbito local.

Expone que la investigación y los cargos penales que enfrenta Felipe Arriaga son de motivación política por su participación en las protestas pacíficas contra la explotación maderera excesiva e ilegal de los bosques de Guerrero.

Cuenta que a finales de febrero de 2005, un testigo de cargo fundamental en el caso declaró ante el tribunal que había sido coaccionado para que implicara a Felipe Arreaga y a otros en el asesinato de Abel Bautista .

Amnistía indica que entre las irregularidades en el procedimiento que se sigue en contra de Felipe Arriaga está que el asesinato se cometió en 1998, pero las únicas investigaciones, como declaraciones, pruebas forenses y examen del lugar del crimen no se llevaron a cabo hasta el 2000, y después se archivó el caso hasta que se dictó una orden de detención en 2004.

Además, uno de los acusados y presuntamente identificado por los dos testigos había muerto en 1996, y otro era un niño en el momento del crimen.

En su comparecencia ante el juez, Felipe Arriaga presentó a tres testigos que demostraron que al suceder el asesinato éste se encontraba incapacitado y recibía tratamiento médico por problemas de espalda, en otra comunidad.

Y un testigo clave de la acusación no ha comparecido ante el tribunal y, según los informes, se desconoce su paradero.

Ver además:

La Jornada: ONG documenta el caso del activista Felipe Arreaga Sánchez, "preso de conciencia"
El detenido es acusado de homicidio, pese a contar con testigos de que no lo cometió
Sin tregua, caciques madereros hostigan a ecologistas en sierras guerrerenses