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3 de mayo de 2007

Lo que Lagos llama despectivamente: "los famosos cisnes"
Sobre el Capitan Planeta y su mundo al revés

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por Vladimir Riesco Bahamondes (*)

Durante esta semana la opinión pública nacional y local ha sido impactada con la designación del ex presidente de la República Ricardo Lagos Escobar, como asesor de las Naciones Unidas en relación con el cambio climático.

El referido impacto se debe no solo al pobre desempeño ambiental de su gobierno, sino que a la actitud asumida por él y su entorno, frente a la crisis ambiental provocada por la planta de celulosa de Celco SA, sobre las aguas del santuario Carlos Anwandter en el río Cruces, provincia de Valdivia.

En efecto, a nivel macro, al igual que el gobierno de su predecesor Eduardo Frei Ruiz Tagle, el gobierno de Lagos Escobar, presenta serios déficit, especialmente en relación con el lento proceso de implementación de nuestro sistema de protección ambiental, incumpliendo el compromiso recogido por el Nº 6 de su programa de gobierno, donde se indica que "una de las caras mas silenciadas de la desigualdad es la que dice relación con el medio ambiente en que viven diferentes grupos de chilenos. Mientras unos gozan de espacios amplios, áreas verdes, aguas limpias, tráfico fluido, otros padecen de hacinamiento, polución, contaminación de las aguas y el aire, congestión. Chile es de todos. Su aire, sus aguas, su espacio, sus paisajes, no son privilegio de una minoría. Un medio ambiente sano y una ciudad vivible son un derecho básico de cada chileno." Es así como su candidatura asume el compromiso de combatir esta desigualdad, "dando un nuevo impulso a la solución de los problemas ambientales del país".

Pero ¿qué sucedió en la práctica?:
  • Un magro avance en materia de dictación de normas de emisión y calidad, siendo particularmente nulo, en el ámbito de la calidad tanto primaria como secundaria de las aguas, lo mismo en el campo de los planes de prevención y descontaminación ambiental.

  • Frente a la contaminación y degradación de los suelos, no se observan avances concretos en los procesos de saneamiento de vertederos y rellenos sanitarios a lo largo del país.

  • En el campo de la protección de la diversidad biológica, aun duerme en el congreso el Proyecto de Ley de Protección y Fomento del Bosque Nativo, manteniéndose además, sin un marco regulatorio adecuado las Areas Protegidas Privadas. Se ha agudizado además el deterioro de la biodiversidad marina, manteniéndose la tendencia al agotamiento de especies como la merluza del sur, al jurel, el congrio dorado o la sardina española, todo ello, producto de la sobreexplotación.
Sin embargo lo mas alarmante para los valdivianos concientes, fue la reacción de la administración Lagos, ante la indesmentible evidencia de la debacle ambiental, del proyecto estrella de la en ese entonces región de Los Lagos, me refiero a la planta de celulosa Valdivia de Celco SA, un establecimiento industrial de alta complejidad técnica, que estrenó el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental entre los años 1997 y 1998, en cuyo marco se advirtió por diversos actores públicos y privados, la amenaza que su operación supondría para la calidad ambiental de los delicados ecosistemas que le circundan, en especial del Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter en el Río Cruces.

A los pocos días de iniciadas sus operaciones (febrero de 2004), la ciudad de Valdivia, ubicada a 50 kilómetros del establecimiento industrial, fue inundada por gases sulfurosos pestilentes, que obligaron a la comunidad a organizarse y exigir soluciones. Sin embargo con el tiempo los valdivianos constatamos que estos problemas eran menores, comparados con los que estaban por venir, pues ya en mayo de 2004 fuimos testigos del extraño comportamiento de los cisnes de cuello negro, que con el transcurso de las semanas se tradujo en la muerte y migración de miles de individuos, a partir de la desaparición de la egeria densa (plata acuática que constituía su principal fuente alimenticia), producto del vertido de los residuos industriales líquidos de Celco, liquidándose así para siempre, la mas importante colonia reproductiva de la especie en el Cono Sur y el área protegida mas atractiva de la provincia de Valdivia.

Los cisnes caían sobre nuestra ciudad, mientras los representantes gubernamentales trataban de ocultar el sol con el dedo, al negar la existencia de la crisis, fueron meses de manifestaciones y reiterados los estudios técnicos y científicos, los que forzaron a las autoridades a reconocer la catástrofe. Sin embargo pese a la gravedad de lo ocurrido, a dos años de estos hechos, aun no hay responsables a quien sancionar, la acción por daño ambiental deducida por el CDE aun reposa en los estantes del 1º Juzgado Civil de Valdivia, mientras los ejecutivos de Celco firman acuerdos de producción limpia y son premiados por su "alto compromiso ambiental", un mundo al revés.

Pero cual fue la actitud del presidente Lagos, bueno, trato de manejar la crisis de manera de sufrir los menores costos políticos posibles, se avanzó en el proceso de regionalización de Valdivia, se trato de introducir cuñas en el movimiento ciudadano y como broche de oro se dispuso, como solución final de la catástrofe ambiental, el traslado de la contaminación, a las aguas del océano Pacifico, a la famosa Bahía de Maiquillahue- Mehuin, desatando otro conflicto ambiental, mientras el millón de litros de residuos líquidos de Celco, siguen cayendo sobre las aguas del estuario.

Definitivamente Lagos Escobar, no puede ser considerado un paladín de la protección ambiental, por ello mal puede defender una causa en la que no cree. Da la impresión que a nivel macro la actitud del ex presidente, equivale a la que en el nivel local han asumido parlamentarios, concejales y alcaldes, quienes pretenden vestirse con ropaje ambientalista pues aparentemente, este tiene buena venta electoral.

Es de esperar que la ciudadanía no se deje engañar, pero los asesores de imagen son capaces de lograr milagros; en fin, solo el futuro lo dirá, mientras tanto no nos queda más de seguir trabajando para superar los problemas ambientales que amenazan la existencia humana sobre la Tierra.

(*) Abogado valdiviano