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Fuente: www.bosquenativo.cl 31 de diciembre de 2008

Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo presenta propuesta para el desarrollo forestal sustentable

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A raíz de la propuesta realizada por los controladores del sector forestal en Chile en reunión sostenida con la presidenta de la República, la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN) entrega su posición respecto de este tema y sus propuestas para un desarrollo forestal más equitativo.

La AIFBN, como organización no gubernamental preocupada por el cuidado de los bosques de Chile desde una perspectiva de protección y con una mirada socio-económica para el desarrollo equilibrado del país, tiene la obligación de mostrar a la comunidad nacional y al Estado que la conduce, su visión del sector forestal.

CONTEXTO HISTÓRICO

Hasta el año 1950, el 90% de la materia prima forestal para la industria chilena provenía del bosque nativo. Las plantaciones de especies exóticas, principalmente pino insigne (Pinus radiata) y eucalipto (Eucalyptus spp), se comenzaron a desarrollar a fines del siglo XIX. Hacia 1960, CORFO inició un programa de expansión de la industria de papel y celulosa que requería aumentar fuertemente la tasa anual de plantaciones, alcanzando un promedio de 50 mil hectáreas. Se creó la Corporación Nacional Forestal - CONAF - y se desarrolló infraestructura industrial para la producción de celulosa (CELCO, INFORSA, entre otras), antes del golpe de Estado.

Posteriormente, se impone un nuevo modelo forestal. En 1974 la dictadura militar genera un cuerpo legal - el Decreto Ley 701 - que bonifica el 75% de los costos netos de forestación, otorga franquicias tributarias y garantiza la inexpropiabilidad. A raíz de ello, se produce un fuerte incremento en la tasa anual de plantaciones monoespecíficas con cifras anuales superiores a 100.000 hectáreas. El bajo valor de las tierras permitió a las empresas forestales comprar grandes extensiones a particulares y al Estado, y las empresas estatales fueron vendidas a bajísimo precio a los mismos grupos económicos que invertían fuertemente en plantaciones, cerrando con ello un negocio redondo financiado por todos los chilenos.

CIFRAS ACTUALES

Iniciado el siglo XXI, el 95% de la materia prima forestal proviene de plantaciones exóticas principalmente para abastecer la industria de la celulosa; la industria forestal chilena exporta US$ 4.960 millones en el año 2007. Los conglomerados ARAUCO y CMPC, pertenecientes a dos de las familias más ricas del planeta, concentran cerca del 65% del total exportado. ARAUCO, que en los últimos 14 años ha aumentado sus ganancias en ocho veces, presenta utilidades acumuladas durante el período 2000-2005 de más de US$2.268 millones. CMPC por su parte, acumula en el mismo periodo utilidades que superan los US$1.269 millones.

Pese a estos indicadores, el sector forestal todavía mantiene a los trabajadores forestales en condiciones indignas de trabajo: en Chile hay 133 mil trabajadores forestales, de ellos, sólo entre el 25 y 30% tiene contrato permanente; el 82% se encuentra bajo la línea de la pobreza; la subcontratación ha dificultado la generación de derechos colectivos y el transporte subsiste debido a presiones para la baja de tarifas y a la amenaza de recurrir a empresas de mayor envergadura en caso de existir quejas.

En las comunas rurales donde prosperan las plantaciones y la industria, los Índices de Desarrollo Humano del PNUD (basados en estudios de ingreso, salud y educación) son los más bajos del país. Los datos comparativos de los censos 1992-2002 indican un aumento en la emigración campesina hacia pueblos y ciudades, explicado por la disminución de fuentes de empleo en zonas de tradición agropecuaria. Como consecuencia se comenzaron a cerrar escuelas rurales: el Alcalde May de Coihueco declaraba en 2002 que por cada 25.000 hectáreas plantadas se cerraba una escuela rural. Además se agudiza el detrimento de las condiciones de vida del pueblo mapuche y las comunidades locales, dependientes de los ecosistemas originales, sumado a conflictos sobre tenencia de la tierra en territorios mapuche usurpados.

Uno de los temas más polémicos en torno al desarrollo de la industria forestal es el relacionado con la sustitución de la superficie de bosque nativo, por plantaciones, al amparo de la aplicación del D.L. 701. Un estudio reciente demostró que entre 1975 y 2000 se registró una reducción de bosque nativo equivalente al 67% en el sector del río Maule y Cobquecura, una de las zonas claves en el desarrollo forestal chileno. Esto sigue ocurriendo en las regiones de La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos; la actualización del Catastro de Recursos Vegetacionales Nativos en la Región de Los Ríos indica que más de 20.000 hectáreas de Bosque Nativo fueron sustituidas por plantaciones forestales en la última década.

Todo este escenario implica también la pérdida de bienes y servicios del bosque, como la protección permanente de suelos, biodiversidad, medicinas, leña, producción de alimentos y materiales para vivienda, entre otros. El deterioro del paisaje en zonas turísticas y de los caminos rurales es un impacto directo sobre otras áreas de la economía. La alteración del ciclo del agua necesaria para la vida se ve afectada por los monocultivos forestales en la disminución de agua disponible en zonas que sufren períodos secos, así como de su calidad por aumento en el transporte de sedimentos generado por las talas rasas de extensas superficies. La contaminación del agua por aplicación de químicos y los derrumbes de tierra por la construcción de caminos y puentes son otros efectos conocidos.

Hoy el sector forestal está dominado por transnacionales forestales que, en tres décadas, establecieron enormes extensiones de monocultivos de especies exóticas, acumulando la riqueza en pocas manos sin absorber los impactos sociales y ambientales que han generado.

LA AIFBN DECLARA QUE ESTE MODELO FORESTAL CHILENO NO ES SUSTENTABLE, y pregunta a la Presidenta de la República:

¿el Estado seguirá fomentando el desarrollo de este cuestionado modelo forestal?,
¿es posible que, al igual que como lo hizo con los representantes de las grandes forestales, reciba a representantes de propietarios forestales, sindicatos de trabajadores forestales y profesionales del área para que manifestemos nuestra visión del sector forestal y argumentemos una propuesta de desarrollo?

NUESTRA PROPUESTA

- Es el Estado quien debe tomar una posición clara, convocar a diversos actores - más diversos y representativos que los de la actual Mesa Forestal - y asumir el compromiso de largo plazo de generar mecanismos de participación para implementar una política de plantaciones y de crecimiento de la producción forestal, que implique, al menos:
- Limitar el crecimiento en superficie de las "mega empresas", en especial eliminando las compras de tierras a pequeños y medianos propietarios y a comunidades indígenas.
- Apoyar la creación, desarrollo y consolidación de la pequeña y mediana empresa forestal.
- Iniciar un proceso de ordenamiento territorial participativo que permita compatibilizar intereses privados y públicos en torno a los recursos forestales.
- Prohibir la sustitución de bosque nativo por plantaciones de especies exóticas.
- Diversificar el sector forestal potenciando las especies nativas en esquemas silvícolas de largo plazo y cobertura continua. Generar una industria diversa que permita la elaboración de productos con valor agregado.
- Fomentar el manejo y recuperación del bosque nativo aumentando progresivamente el financiamiento de la Ley de Bosque Nativo y generando subsidios acordes con la realidad, favoreciendo decidida y efectivamente a pequeños y medianos propietarios.
- Eliminar o limitar fuertemente el desarrollo de plantaciones de especies exóticas de rápido crecimiento en micro cuencas donde exista abastecimiento de agua para consumo humano. Establecer un programa especial para la protección de cursos de agua con vegetación nativa.
- Generar un proceso de cambio en los sistemas de cosecha forestal que modifique o limite las talas rasas. Prohibir el uso del fuego como instrumento de manejo forestal.
- Impedir el establecimiento en grandes paños continuos de nuevas plantaciones y de aquellas que se vayan renovando, distribuyéndolas como parches en un tejido vegetacional diverso, respetando la protección de quebradas y cursos de agua.

Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo, 30 de diciembre de 2008