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Fuente: www.elmostrador.cl (20 de Mayo del 2005)

Según director regional de la entidad
Conama evalúa embalse como medida compensatoria en proyecto Pascua Lama
por Carlos González Isla

Aunque la empresa minera Barrick está segura de que el movimiento de una fracción de los glaciares para la implementación del proyecto minero -mínima, según ellos- no afectará los recursos hídricos del Huasco, Conama no piensa lo mismo. Por ello, evalúa solicitar la construcción de un embalse como compensación.

El director regional de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama) de la Tercera Región, Osvaldo Ávila, dijo que la construcción de un embalse de cabecera es una de las alternativas para compensar la pérdida de una fracción de glaciares por la implementación del controvertido proyecto minero Pascua Lama en el Valle del Huasco.

“Efectivamente una medida de compensación podría ser un embalse de cabecera, en este caso en la cuenca alta, donde los glaciares a afectar o los hielos que se van a intervenir van a dejar de nutrir (al valle) como lo hacen ahora”, dijo a El Mostrador.cl

El directivo señaló que no está claro cuál tendría que ser su capacidad en metros cúbicos, porque la empresa minera Barrick no ha entregado la información suficiente para establecer el balance hídrico de la cuenca alta, o el aporte que dejarían de entregar al ser intervenidas estas masas de hielo.

Consultado por la postura de los agricultores de la zona respecto al tema, dijo que existen “opiniones divididas” frente al tema.

“La opinión de ellos no la tengo muy clara, es muy dispar. Habría que preguntar a la Junta de Vigilancia del Valle, sobre que medida creen ellos deberían adoptarse desde la perspectiva de la ciudadanía. Por nuestra parte, tenemos que actuar de acuerdo a la normativa y si hay un daño ambiental el titular tiene que establecer su medida de compensación. Por eso creemos que una medida adecuada es la construcción de un embalse de cabecera”, reiteró.

Porción menor

Al margen, de lo anterior la Conama coincide con la minera Barrick en el sentido de que lo que se moverán no serán glaciares sino que masas de hielo, por lo que se descarta un gran impacto en los mismos.

“Lo que pasa es que efectivamente lo que se mueve son masas de hielo, no es un glaciar completo, es una porción. La empresa plantea un plan de manejo para estos hielos trasladándolos a un glaciar vecino bajo la hipótesis que el hielo tiene una capacidad de compactarse y adherirse rápidamente a una masa similar. Sin embargo, eso no basta con decirlo, tiene que ser comprobado con antecedentes y monitoreos permanentes”, sostuvo.

Ávila precisa que se van a remover 800 mil metros cúbicos, de acuerdo a lo señalado por la empresa, la cual ha informado que en la cuenca alta de río Potrerillos existen más de 200 millones de metros cúbicos.

“Efectivamente estos tres glaciares (Esperanza, Toro Uno y Toro Dos) que están colindantes al rajo de la mina, no suman más de 20 hectáreas, y no son más allá de 2 millones de metros cúbicos en volumen, lo que comparados con los 200 millones que hay efectivamente da una diferencia abismante”, agregó.

La autoridad medioambiental explicó que la empresa además debe explicar claramente que la actividad minera no afectará a los otros glaciares colindantes. Ya que existe preocupación porque material particulado se comience a depositar en ellos y acelere su proceso de derretimiento, porque es su limpieza actual la quele permite reflejar sin problemas los rayos de sol.

¿Fundación a la RCA?

Consultado si en la reunión del próximo martes de la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema), donde se entregarán las nuevas observaciones al proyecto aurífero, se evaluará el anuncio de la creación de un fondo de desarrollo sustentable de 10 millones de dólares para la zona, Ávila dijo que ello no correspondía porque es una iniciativa independiente, pero que se podía incluir perfectamente en la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) para hacer obligatoria su permanencia en el tiempo.

“No es una medida ambiental, pero podría ser propuesta en el contexto de la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) como un compromiso voluntario que va más allá de la legislación. Y en el momento que se plantea de esa forma y al ser recogida por la autoridad ambiental, pasa a ser un compromiso obligatorio si queda reflejado en el expediente y en la resolución final”, aseveró.

Barrick: Todo lo necesario

Por su parte, el gerente de comunicaciones de la empresa minera, Rodrigo Rivas, señaló a este medio que no se cierran a la idea de construir un embalse si es necesario, aunque no están de acuerdo con el director de la Conama en cuanto a que no está claro cuál será el impacto en los recursos hídricos del valle.

“Nuestro compromiso es no afectar ni la cantidad, ni la calidad de las aguas del río Huasco; por ello, a nuestro juicio, todas las medidas que estamos implementando a partir del Estudio de Impacto Ambiental (EIA), y lo que hemos informado posteriormente a la consulta de los servicios regionales dan cuenta de cero impacto”, dijo Rivas.

Asimismo agregó que “nosotros hemos dichos que haremos todo lo necesario para asegurar la calidad y la cantidad de agua. A nuestro juicio, hoy, con los datos que tenemos, nosotros no estamos impactando la cantidad, pero no descartamos nada en definitiva”.

Finalmente, Rivas clarificó que la fundación para el desarrollo del valle del Huasco no se mezclará con la EIA.

“Este es un tema independiente, no es un tema que esté amarrado, recuerda que este es un proyecto aprobado. En ese sentido lo que nos queda es avanzar en el detalle de la constitución del fondo de desarrollo, iniciar el trámite legal de la fundación, que dura entre seis meses y un año. Porque la idea es que cuando se inicie el proyecto esté disponible el fondo para aplicarse inmediatamente”, concluyó.