Conflictos ambientales en Argentina

14/11/2004

Expulsar las mineras contaminantes
Catamarca de pie: EL PUEBLO DE ACONQUIJA VA POR MAS

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Por Javier Rodríguez Pardo

Los catamarqueños de Aconquija ganaron la primera batalla, ahora es el turno del mineroducto. Amenazados por proyectos mineros de uranio, de oro y de cobre, saben que Agua Rica es tres veces mayor que La Alumbrera y que el daño se multiplicará.

En el barrio "Veinticinco viviendas" necesitaban una sola respuesta, conocer el contenido del mineroducto de los vertidos tóxicos. Unos pocos niños de los setenta en edad escolar que habitan ese complejo, jugaban sobre un montículo longitudinal que atraviesa sus casas. La gente nos esperaba, pedían detalles, ignoraban el contenido de la monumental cañería que transporta el concentrado de cobre a escasos siete pasos de sus dormitorios, y se consideran los principales damnificados de la provincia.

La presión popular obligó a Minera Alumbrera Ltda. a tapar las piletas pocas semanas después de haber interrumpido el tránsito los asambleistas: la ruta 365 que comunica Catamarca con Tucumán, en las alturas del cordón Nevados del Aconquija, fue cerrada. Miles de turistas recorren la región atraídos por Las Estancias, que así llaman a las antiguas residencias de terratenientes, retiro de personalidades de la política, del caudillismo provinciano, de hacendados y también de personajes como Otto Adolf Eichmann, antes de ser atrapado por las redes de la inteligencia judía. La estancia El Suncho fue el origen de las actuales y en su tiempo uno de los centros agrícola ganaderos más grandes donde reinaba la familia de Manuel Navarro, cuna y feudo de gobernadores y militares.

Los cuatro mil habitantes de Aconquija viven del turismo, algo de agricultura, otro poco del municipio y de esa ruta de chacareros y amantes del paisaje de altura. Aconquija deslumbra y, en ese marco, un caño de 316 kilómetros atraviesa el pueblo con el concentrado de cobre, minerales diversos y metales pesados envueltos en una sopa química de suma toxicidad. La fatiga de materiales y la alta presión que deben soportar para enviar los barros del concentrado hasta la provincia de Tucumán es un problema irresuelto por los técnicos de Minera Alumbrera. Las roturas y vertidos es cosa común. Suelo, aire y agua, colapsan debido a una tecnología obsoleta en manos de transnacionales irresponsables, donde prima la rentabilidad.

Del consorcio minero penden cientos de denuncias por contaminar tres estados, por evasión impositiva y declaraciones falsas en las exportaciones: el oro y otros metales generalmente no son denunciados. Dijimos en informes anteriores que la minera recurrió a organismo técnicos, nacionales e internacionales, buscando soluciones y exigiendo confidencialidad sobre los datos que surjan del insalubre conducto, garantías que no obtuvo. La empresa es presionada por los organismos competentes del estado provincial que a su vez son acorralados por un pueblo que perdió la paciencia. En las piscinas que construyó La Alumbrera, en el patio trasero de las 25 viviendas, la empresa pensaba recoger el mineral de ulteriores derrames. El plan es diseminar varios de estos enormes estanques cavados al costado del ducto, porque no es cosa de perder el cobre, el oro, la plata y otros metales valiosos, preocupación que supera –como se ve- a los drenajes ácidos y a la contaminación.

En el otro extremo de la comarca, nos reunimos con la gente del barrio "Veinticuatro viviendas" con el mismo mensaje de unidad y con la adhesión del resto de las comunidades afectadas por la mega minería destructiva. En escuelas y colegios de Aconquija dimos varias charlas que acompañamos con películas acerca de este impacto ambiental y social. La gente se reúne en asamblea, en un precario campamento que construyeron al lado de la ruta 365 para soportar la inclemencia del tiempo, sobre todo el frío de la noche y del amanecer, a pesar de haber sido abandonado transitoriamente el bloqueo de vehículos. Hablamos y debatimos como el primer día que iniciamos el corte de ruta. Allí sesionan y acordaron que tapar las piscinas –una ya fue totalmente cerrada- se debió a acciones drásticas tales como interrumpir el tránsito en esa vía provincial. Ahora exigen que el mineroducto sea retirado del pueblo. Por lo pronto, Aconquija no autoriza paso alguno de servidumbre y se reserva, en opinión de los asambleístas, otros cortes de ruta y medidas semejantes que aplicarán según convenga.

Javier Rodríguez Pardo, Aconquija, noviembre de 2007. Movimiento Antinuclear del Chubut (MACH), Red Nacional de Acción Ecologista (RENACE), Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC).
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